Te lo dije: "dame datos o los invento"

Ya basta. El asunto de la María Guadalupe Castellanos Domínguez debe ya quedar en el olvido. Discúlpame. No lo vuelvo a hacer. No vuelvo a inventarte cosas. No estás buscando marido. No te andas ofreciendo ni buscando espacios donde anunciarte para conseguir marido ni lo necesitas. Fueron puras jaladas mías. Te lo advertí, por cierto: "dame datos o los invento", te dije, aunque eso de que eres soltera no es invento, eres Soltera. Eso de que eras libre no es mentira, eres Libre. Eso de que que estabas disponible, tampoco, estás disponible. A la orden de plano que no, bueno, a la orden de la gente que acude al Servicio Estatal de Empleo sí, pero el chiste era ese precisamente, amiga, difundir tus actividades, nomás que con estilo. Si quieres, María Guadalupe, fue una broma de muy mal gusto. Hasta mi mujer me regañó: "si de mí hubieras escrito tal cosa te echo un planchazo", me dijo. Dios mío, imagínense, un planchazo sobre mi pequeñito cuerpecito. Y eso de que "Si usted caballero no tiene empleo no se preocupe, ella lo pondrá a trabajar inmediatamente. Para eso tiene a un ejército de industriales e inversionistas a la orden, para conseguirle una chamba. Y si acaso es usted medio lento también ella se encargará de ponerlo a las vivas, le enseñará pues, lo capacitará, para que vaya teniendo mejores alternativas ocupacionales y deje de ser el simple gañán, asistente o cargamaletas de alguien", tampoco es mentira, a eso te dedicas, a buscarle chamba a la gente y a capacitarla, deberías pegarte al "Presidente del Empleo", ¿como ves? Y finalmente lo de que te gustan grandotes es por aquello de que según el sapo es la pedrada. Híjole, a ver si esto no va a requerir otra serie de llamadas telefónicas y reconvenciones y todo lo que ocurrió el pasado fin de semana. Mira, que venga el futuro, pero yo pienso que debemos tratar de ser felices (cada quien por su lado, no te hagas ilusiones), y buscar construir una sonrisa, aún a costa de los demás o de uno mismo, obviamente sin faltarle el respeto a nadie, mas, si falté al respeto contigo, discúlpame otra vez. ¿Así o me aviento al fango de la ignominia?