“Ya me veo, ya me veo”, dijo el líder ganadero de zapaluta. “Ya me veo en la silla edilicia”, precisó Don Juan Diego Gordillo Figueroa. Porque el señor se “ve” en todas partes, pero en una de manera especial, obsesiva: en el palacio presidencial de La Trinitaria. Es un viejo anhelo, la coronación de una vida de esfuerzos, lucha y de un permanente “portarse bien”. Aunque no del todo, claro. Rafa Ruiz sabe quien es este productor agropecuario, empresario y dirigente. Lo recuerda bien, fue su Secretario Particular en la alcaldía comiteca. Una frase que no le gustó de esa etapa fue la que alguien escribiera: “cobra en Comitán e invierte en Zapaluta”, pero era solo la verdad y nada más que la verdad. No le gustaba entonces por lo que significaba políticamente, pero ahora esa frase no resulta mala, sino al contrario. Pero esto no es todo. Hay más cositas que ir comentando de Juan Diego, quien no ha negado la cruz de su parroquia, perdón, sus amores por la silla que ocupa hoy Lindoro Jiménez Ruiz. Vamos irlas comentando, por supuesto. Para eso estamos en El Fronterizo. ¿Qué dejó a su paso este señor por la Secretaría Particular de la Presidencia Municipal de Comitán? ¿Cuánto contribuyó a la administración ruizmoralista?Taratatan, no se pierda mayor información en los prooooóximos números.
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