El gabinete Sabinista

El asunto de los integrantes del gabinete del gobernador en turno no es cosa sencilla, sino difícil y harto delicada, aunque igual se le aparejan ambiciones, tanto de quienes se ven favorecidos y sus equipos, como de quien elige a unos u otros.

Es difícil la toma de decisiones, porque los grupos de poder presionan al gobernador electo para ser tomados en cuenta, para ser favorecidos con una cuota de poder, pues eso son las secretarías.

El gobernador debe elegir en medio de ese acoso permanente en busca del "cariño" del nuevo rey estatal.

Pero, obviamente, no sólo toma en cuenta las presiones de los grupos, sino también la situación de la entidad federativa a gobernar, pues la responsabilidad final recae en el jefe del ejecutivo, a él le llegan los aplausos y vítores, o las descalificaciones y protestas.

Por eso lo difícil y delicada de esas decisiones.

Ahora bien, los grupos de poder fincan ahí mucho de su futuro. Si consiguen la gracia divina del gobernador no sólo llevarán comida con mucha manteca a sus hogares, sino también a otras familias, de amigos, allegados, grupo político, adeptos, dependientes, etc.

Pero, sobre todo, les da vigencia política, los coloca en la mira de la sociedad, ganan presencia, popularidad, nivel de conocimiento en la ciudadanía, sin contar con el dinero para futuras campañas políticas, pues no se debe olvidar: son puestos políticos.

Desde el principio comienzan las descalificaciones y golpes bajos a los representantes de unos y otros. Las columnas políticas se llenan de acusaciones, revelaciones y ataques contra uno u otro, dependiendo del diario o columnista, y de sus compromisos.

Y todo es recibido por el gobernante, para su análisis y superior conocimiento, y las decisiones a tomar.

Tomadas las decisiones y asumidas las funciones públicas conforme a derecho comienzan a escribirse nuevas páginas de la historia de la entidad.

Pero, en esa historia, mucho inciden o, al menos, deben incidir los ciudadanos.

Nadie debe permanecer al margen de las decisiones tomadas por el gobierno en turno, porque son sus destinatarios finales. Se gobierna para el pueblo, aunque no se gobierne con el pueblo.

Entonces el pueblo debe ser parte de, aunque el gobernante no lo quiera. Debe hacerlo no cruzándose de brazos, sino asumiendo todo el protagonismo necesario, conveniente.

Finalmente en el pueblo es donde reside esencial y originariamente la soberanía de un estado. Por tanto el pueblo debe, de alguna manera, ejercer esa potestad, aunque los mecanismos establecidos parecen estar en contra del espíritu de esa ley.

Y ya el pueblo de Oaxaca está viviendo lo difícil de tratar de ejercerla: cuesta represión, sangre, muertos.

Ojalá en Chiapas no se viva el divorcio entre pueblo y gobierno. Ojalá se construyan los consensos necesarios, aunque cuesten trabajo, aunque resulten agobiantes acceder a ellos.

Cuando la represión y el autoritarismo se hacen presentes, es porque no el gobernante no se aplica para beneficio del pueblo, sino para el suyo propio y el de sus allegados, siempre a través de sus colaboradores, inclusive operado directamente por ellos.

Ya veremos como se comportan los futuros secretarios de estado. Los estaremos vigilando. Los estaremos criticando. Jijijiji. Así somos.

Y a sus aciertos no les echaremos muchas flores, porque es su obligación hacer las cosas bien, para eso les pagamos.

Y, conste, los secretarios de estado deben ser nuestros empleados, nuestros gatos, trabajar para nosotros. Y si no lo hacen, se lo demandaremos.

Ellos son, según se dijo ayer: Secretaría General de Gobierno, Jorge Antonio Morales Messner; Secretario de Seguridad Pública, Horacio Shoreder Bejarano; Sedeso, María de los Ángeles Cruz Hernández, Secretarìa de Salud, Javier Castellanos Coutiño; Secretarìa de Obras Públicas, Reybel de Los Santos Romero; Instituto de la Vivienda, Carlos Cruz Coutiño; Secretaría de Planeación, Sergio Vals Esponda; Secretaría de Finanzas, Ovidio Cortazar. Ojalá no sea cierto.

NUESTROS DIPUTADOS FEDERALES SIGUEN CON SU DESMADRE



Tres llamados a la cordura, el diálogo, la negociación y el acuerdo y nada. En San Lázaro sigue el espectáculo dantesco, grotesco, aunque interesante, como lo califica don Arnulfo Cordero Alfonso.

Al menos consiguieron alcanzar un pacto de no agresión.

Cómo no si el martes negro salieron tres legisladores fuertemente lesionados.

A los dos lesionados señalados en la columna de ayer, se suma otro nombre: Susana Monreal, la hermana de Ricardo Monreal, el exgobernador de Zacatecas, el ex operador de Andrés Manuel López Obrador con las famosas redes ciudadanas, fracasadas por cierto, a quien se le responsabiliza de la derrota presidencial perredista.

La diputada Susana Monreal terminó con esguince vertebral, una dislocación de algún par de vértebras, según mi entender, porque no sé yo nada de medicina y mi doctora sabe mucho pero anda consultando a otras personas.

Según parece, Felipe Calderón tomará protesta en San Lázaro, pero en sede alterna, no en el salón del pleno de sesiones, donde ahora están conviviendo, como perros y gatos, perredistas y panistas. ¿Quién preferirá ser perro y quién ser gato?

Por cierto, compa Férnel Gálvez, gracias por mantenerme actualizado.

Me hubiera encantado ver tus patadas voladoras.

Holly Mattus sí voló, jijiji, o, bueno, trepó. Con ayuda de diputados y diputadas de su fracción consiguió llegar hasta donde normalmente se sienta el Presidente de la Mesa Directiva, encaramándose sobre las butacas, subiendo primero la pierna morena izquierda, luego montando la mesa como si fuera caballo, para finalmente llegar al otro lado, esos metros cuadrados disputados por tirios y troyanos. En serio, fue divertido verla en esas maromas, al menos destaca por eso. Jijijiji.



PESAME



De veras me pesa grandemente el dolor sufrido por el compa Jorge Luis Escandón Hernández; perder a su madre y cuñada en un instante, por la irresponsabilidad de un conductor estúpido, ha de ser de lo más difícil.

No hay palabras para consolar a nadie en tan terrible pérdida. No hay mensaje solidario capaz de nada en este caso.

Ojalá y tengas la entereza de sobrellevar estos momentos tan difíciles. Por favor. Sé fuerte.