Los Partidos están bien partidos, dijo mi amigo Marios Luis Jaimes Sanchírico, luego de que terminara el desayuno que nos invitó el alcalde de Comitan, Matías Castellanos Guillén, para conmemorar el día de la libre expresión.
"En el PAN están partiéndose en cofradías, en el PRD en tribus, en el PRI en mafias", dijo, lapidario, el señor.
En cambio, los "partiditos" son "cartelitos" y, de éstos, los más listos es el PVEM.
El PVEM es como son las veletas, giran según sopla el viento. Lo mismo hacen alianza con el PRI, que con el PAN o el PRD.
Las instituciones están en crisis.
Sanchírico dice también que el pueblo luego tiene que elegir entre dos tipos de aspirantes a un puesto de elección popular: técnicos y políticos.
Los técnicos son aquellos que tienen formación académica, pero más apegados a una profesión específica, especializados en un área del conocimiento, donde han laborado durante algún tiempo.
Los políticos no necesariamente tienen formación académica, basta con que tengan liderazgo natural, social o lo que sea.
En Comitán, dice, podrían enfrentarse un técnico y un político; el primero es Ricardo Ibarra, el segundo es Eduardo Ramírez. El primero es mayor, 64 años; el segundo anda en los treinta, la mitad que el primero.
Camino a Tuxtla Gutiérrez, a celebrar el día de la Libertad de Expresión con el gobernador Juan Sabines, mis amigos Sanchírico, Don Cuco González Monroy, Raúl Solís Díaz, Roque Flores y Nereo Antonio Zamudio Galicia (pura celebridad íbamos) recordaron al último alcalde mayor de Comitán, de alrededor de 70 años: El "Poquitío" Rubén Domínguez Domínguez.
Un señor que en escasos seis meses saneó las finanzas municipales, dejó las arcas del ayuntamiento comiteco con cero deudas y todo pagado.
Recordaron también su carrera política.
Se la pasó durante años como Maestro de Ceremonias del ayuntamiento de Comitán, y su voz tenía un parecido al de Don Romeo Torres Ventura, quien hace las veces de maestro de ceremonias.
Luego el "Poquitío" ascendió a Secretario Municipal, donde se instaló "persécula seculorum". Parecía que ahí iba a pasar sus últimos días.
Pero el nefasto Roberto Javier Fuentes Domínguez deseó ir por una diputación y dejó la alcaldía, subiendo en su lugar el eterno Secretario Municipal, El "Poquitío" Rubén Domínguez Domínguez. Año de 1991.
En esas andábamos las celebridades que viajamos en una combi pasajera, pagando viaje especial, cuando llegamos a la capital, al otro convivio.
Reunión con el gobernador para seguir festejando
Juan Sabines Guerrero reabrió la Casa de Gobierno a los periodistas, cerrada durante seis años, según dijeron casi todos los que intervinieron en el evento.
Varios recordaron lo que vivieron en el sexenio anterior, sobre todo quienes sufrieron.
Aunque, otros, muchos, eligieron no andar a las greñas con Pablo Salazar, y la pasaron bien.
Pero todos, quienes mantuvieron buenas relaciones con PSM, y quienes no, convivieron este 7 de junio con el actual gobernador.
Es, sin duda, una nueva etapa en la relación prensa-gobierno.
Esa nueva etapa comenzó a gestarse desde los primeros minutos de la nueva administración, con tres gestos:
La liberación de quienes estaban presos por su crítica al gobierno, y la aplicación de la justicia de quienes persiguieron o asesinaron a periodistas años atrás.
El tercer gesto a favor del ejercicio de la libre crítica se dio con la iniciativa sabinista de echar abajo la "ley mordaza", es decir, la penalización de los delitos de calumnia y difamación.
"No es una propuesta acabada, es apenas el inicio de un proceso, vamos a seguir perfeccionando es ley", dijo el gobernador, pero ya lo avanzado es, para los periodistas chiapanecos, un gran logro a favor de una de las libertades individuales fundamentales.
A nosotros nos toca, ahora, ejercer la labor periodística con sentido de responsabilidad.
No ha de ser lo mismo escribir con una espada de Damocles (como la ley mordaza) sobre la nuca, que hacerlo en las condiciones actuales.
En lo personal me tocó vivir la etapa del sexenio anterior como funcionario de gobierno, haciendo boletines en Comunicación Social.
Fue una labor ardua, pero acrítica.
Nadie se mete en broncas escribiendo boletines, en esa circunstancia sólo se suman amigos.
Actualmente estoy fuera del gobierno, ejerciendo la crítica libremente. Las consecuencias están a la vista, estoy lleno de broncas y frentes de guerra.
Por eso tengo una demanda penal en mi contra por los delitos de calumnia y difamación.
Por eso El Fronterizo del Sur ha sufrido los embates de los enemigos, quienes se han apoyado en algún empleado desleal para sabotear nuestra circulación.
Pero esta experiencia negativa no es con el gobierno del estado, sino con otros personajes intolerantes hacia la crítica.
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