Se prepara la represión en Oaxaca. Lo dijo el santurrón del Secretario de Gobernación, Carlos Abascal, y le echa la bolita a Fox. Dice que será el quien lo decida y nadie más. Lo que no dice el inepto y persignado del Abascal Carranza es que si eso se da es porque él no sabe operar políticamente para su jefe, y en lugar de haber propiciado ya la salida del gobernador Ulises Ruiz para acabar con la rabia, ha establecido compromisos para que no caiga el asesino intelectual de maestros de la Sección 22 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, afiliados a la CNTE. Que lo diga. Que no se haga. Que lo reconozca. Que no se cure en salud. Que tenga tantita vergüenza. Los maestros de Oaxaca simplemente responden a un gobernador que no se preocupa por la gobernabilidad de la entidad donde lo impusieron gobernador, sino por querer imponerle gobernador a Chiapas. Por cierto ahora ya hicieron mancuerna uno y otro, y esperemos que no pretendan darle un golpe a la democracia en Chiapas, que los chiapanecos se encabronen ante eso, que le respondan a los impositores y que venga a Chiapas una ola de represión del gobierno federal, como que esperamos no se dé en Oaxaca.
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