Felipe de Jesús Calderón Hinojosa no podrá gobernar en paz, no podrá recorrer el país con la tranquilidad necesaria, y en cada ocasión que visita
a algún estado sureño (excepción: Yucatán) enfrentará lo que enfrentó en Michoacán, de donde, por cierto, es originario: repudio generalizado. No lo quieren. Lo detestan. Les quitó a su presidente, al que volvió a vilependiar, estúpidamente. Le gana el odio y el rencor, a pesar de haber sido impuesto ya como el Presidente Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos. Y así como no pudo llevar a cabo un evento programado debidamente, cuidando los detalles para que la oposición perredista no descubrieran donde estaría, no pudo evitar los gritos de repudio a su figura, a su persona.
Calderón con su equipo trató de engañar al pueblo a través de los medios de comunicación que lo son afín, publicando que estaría en un lado y programando el evento en otro, lo cual no habla bien de el, ni de lo que será la próxima administración federal.
Vivirá tratando de engañar al pueblo mexicano. Anunciará que va a Sonora y se presentará en Chiapas, anunciará que va a visitar Monterrey y se presentará en Oaxaca, anunciará que estará en Chihuahua y se presentará en Chiapas. ¡Qué importa, mientras sea el rey sexenal, el fin justifica los medios! Pa que pictes con los inches panistas esos.
Las consecuencias se verán en los resultados de la administración: a los estados del norte les seguirá yendo bien, a los del sur les seguirá yendo de la chingada.
Con los actores políticos y económicos del norte se codeará y construirá acuerdos, con los del sur no, todo mundo sabe que las decisiones se toman en los encuentros, en los cafés, en las tertulias, en los encuentros con el presidente; de eso habrá mucho en el norte, pero muy pocos en el sur.
Y es obvio: quién diantres va querer seguir visitando un lugar donde lo rechazan, donde le tiran jitomatazos, donde le avientan en cara sus pestilcencias; por tanto no visitará Tabasco ni Campeche, etcétera, pero sí Puebla, San Luis Potosí, Guadalajara y demás.
Seguirá creciendo la brecha entre las entidades desarrolladas del norte, y las subdsarrolladas del sur.
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