A pucha. Espero que el Director de la Escuela Secundaria Técnica Número 5, José Mariano García Román, no quiera una su calentada como llevó el del CBTIS 108.
Para qué buscarle tres pies al gato o brincar si el suelo está parejo. Vayámonos en paz, la misa no ha comenzado, pero precisamente vayámonos en paz para cuando inicie.
Ahora resulta que porque un alumno no lleva credencial de identificación en pecho le niegan su asistencia a tres clases. Nada más tres.
Cierto, tratándose de una escuela tan llena de estudiantes hay que tomar medidas preventivas a fin de que no entren personas ajenas a la institución a hacer de las suyas de manera impune.
Pero sí hay que considerar ciertas medidas complementarias para cuando algún o alguna joven se le olvide la credencial o la deje caer en la combi o la pierda por equis motivos.
Esas medidas podrían ser el implementar y tener un padrón ahí, disponible, en la dirección; en caso de presentarse un accidente con la pérdida de la credencial o el olvido ocasional de algún estudiante, pase con alguna persona a verificar si corresponde o no al plantel educativo.
El chico o la chica dice su nombre, se verifica en el padrón y si corresponde se le deja entrar a la clase. Cuando mucho perdería unos diez minutos de la primera clase, pero no dos ni tres clases en un mismo día.
Espero que la condición de priista no le impida al director José Mariano García Román a escuchar consejos de amigos, porque ya la liebre anda saltando. Las inconformidades están creciendo. Y a mí todo me lo cuentan. De cualquier escuela. Por eso supe lo del CBTIS, lo de la maestra del 4º “B” de la primaria Prof. Víctor Manuel Aranda León y de otras más.
Pónganse abusados, pues.
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