jueves, abril 24, 2008

Reacciones a las agresiones del alcalde Tzimol


El asunto de las agresiones en mi contra, y la violación a mis derechos elementales por parte de una autoridad constituida (presidente municipal constitucional de Tzimol, Miguel Ángel Morales Vives), ha generado una diversidad de reacciones, que valen la pena comentar.

Primero la propuesta del Ministerio de Justicia en el sentido de elevar la denuncia ante la autoridad competente, en este caso de la Fiscalía Especializada en Atención a Delitos Cometidos en contra de Periodistas (aunque yo estoy clasificado como "pseudoperiodista" por algunos amigos de Tzimol, Las Rosas, Teopisca, Frontera Comalapa, Bella Vista, San Cristóbal y los que se acumulen esta semana).

Ya existe la denuncia correspondiente, que se va ampliar en los próximos días, sobre todo porque al día siguiente de ocurridos los hechos en Tzimol, ocurrieron dos situaciones incómodas más: el robo de un paquete de periódicos para suscriptores en Las Rosas y el HACQUEO de nuestra web: www.elfronterizosur.com, que a la fecha sigue en problemas).

Pues bien, ese es un camino por recorrer, es cuestión de darle continuidad simplemente, máxime que este jueves ocurrió una agresión más en nuestra contra, pues personas desconocidas allanaron las instalaciones de El Fronterizo del Sur y pretendieron ingresar a destruir o robarse nuestros equipos, sin lograrlo afortunadamente, pero las evidencias quedaron en las puertas semidestruidas.

Por otro lado habremos de retomar la propuesta de la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH), en el sentido de documentar ahí la queja, pues en el evento de Tzimol el alcalde Morales Vives, a través de sus policías, violó, en su calidad de autoridad constituida, los derechos humanos de un particular: el de libre tránsito y la violencia de sus policías en mi contra, pues es elemental el derecho a vivir sin agresiones física ni mentales.

Ahora bien, habría que concederle también al alcalde de Tzimol el beneficio del perdón (personal) y la benevolencia. Según me han platicado algunos amigos, muy cercanos y queridos, a Miguel Ángel le gana la ignorancia, es de cuna humilde y por eso ha sido rebasado por el poder que alcanzó merced a una amplia coalición de partidos (fue todos contra uno). Entonces, me solidarizo con su ignorancia, es triste que la falta de recursos le haya impedido tener estudios y hacerse de un buen acervo cultural y político, aunado esto a la falta de oficio, aunque hemos tenido alcaldes con sólo secundaria o menos y no hacen tan mal papel. Pero esto nos mete en otro brete o tema: ¿qué ondas entonces con el título que ostenta? ¿De dónde lo sacó? ¿Cómo? ¿Es real o es cachirulo? ¿O estudió pero no estudió? O sea, ¿acaso fue a la escuela pero no leyó sus libros, no hizo la tarea ni quemó sus pestañas, alcanzando un grado académico con calificaciones de 6 o quizá aprobando las asignaturas gracias a otro tipo de favores? A ver para cuándo tenemos explicaciones lógicas a estas cuestiones.

Algo más al respecto es la solidaridad de gran cantidad de compañeras y compañeros comunicadores de toda la entidad chiapaneca, de radio y prensa escrita. Mil gracias por las entrevistas en vivo, y por los espacios escritos otorgados para difundir las agresiones en mi contra.

Y, en ese sentido, es pertinente publicar un correo enviado por Dalia Villatoro, que a la letra dice:

"Estimado Disraeli:

"Quiero aclararte que en el informe del alcalde de Tzimol yo ni los compañeros con los que fui, es decir, Ada y Toño, nos percatamos de la agresión que sufriste por parte de los Policías Municipales, yo hablé con Alfredo pero estábamos tocando otro tema, creo que entendió mal y te reitero que nunca lo amenacé, sólo te mando este mail para decirte que todo fue un mal entendido, cuando me llamaste estaba cubriendo una nota y estaba exaltada, en verdad fue mal momento por eso no te entendí cuando me dijiste lo de la agresión del alcalde y los policías.

"Te comento que el lunes que me encontré al alcalde de Tzimol en el Hospital General de Comitán, le dije que había actuado muy mal, porque vi una foto en el portal de noticias "Mirada Sur", en el que colaboro y que es de mi compañero y amigo Carlos Herrera, de verdad no sabíamos nada de lo que había pasado y yo no estoy del lado del alcalde de Tzimol ni en contra tuya.

"Y sé que no me lo vas a creer, pero si hubiera visto que no te dejaban entrar y te estaban molestando yo hubiera salido a defenderte, aunque no te lo mereces porque andas pregonando el compañerismo y no sé qué tanto y en una de tu columna sacaste que Fredy Pérez, que es una persona que definitivamente no se mete con nadie, es cocainómano. Desde eso no sólo yo sino muchos compañeros quedaron sentidos contigo.

"Cuando quieras arreglamos las cosas frente a frente y de verdad pregunta con Ada y Toño, nunca nos enteramos ni nos dimos cuenta de que te agredieron, ja ja en fin... así se hacen los chismes.

"Un beso

"Dios te bendiga".

Esta misiva me mete a otro asunto: el de mi compañero, amigo y maestro: el Fredy Pérez.

Jamás, así, jamás yo me atrevería a decir una media palabra en contra del Fredy. Jamás.

Le vivo agradecido a ese buen hombre, a él y a su hermana Rosy Pérez.

Ya lo he expresado en vivo y ya lo he escrito y vuelvo a hacerlo: ellos me enseñaron mucho de lo que ahora sé de esta emocionante labor, yo no sabía el oficio, ellos dos, de la mano y hasta con manzanas, me mostraron cómo hacer un boletín oficial, una nota, una tarjeta informativa, etc.

El "Quid Periodístico" me lo enseñó Fredy. Sigo sin leer la definición de ese concepto, pero lo entendí bien con las explicaciones del Fredy, cuando yo era Delegado de Comunicación Social del Gobierno del Estado. Fue en esa época, hace alrededor de 7 años, que ese par de magníficos periodistas me enseñaron mucho de lo que hoy sé en materia de periodismo, oficio del que me considero un aprendiz.

Así que, en la columna En Caliente, jamás se ha dicho nada en contra de mi compañero, amigo y maestro Fredy Pérez.

Fue en una columna que no es mía, denominada Central Tomatera, donde (me dijo el mismo Fredy) algo se publicó en su contra, sin precisarme qué.

Ahora, por Dalia Villatoro, me entero de qué fue lo que se dijo de él, algo totalmente falso, por supuesto, tiene razón la colega, y ameritará una explicación de quien escribe esa columna.

Por supuesto que, en mi calidad de Director de El Fronterizo del Sur, asumo la responsabilidad de todo lo que se publique en este diario. Lo asumo en estos momentos. Y tomo como mías esas agresiones hacia Fredy, porque debí leer la columna antes de que se publicara, y no permitir semejante aberración. Pero no la leí y quien entonces era mi editor y corrector de estilo lo dejó pasar, ofendiendo de fea manera a Fredy Pérez.

Cuánta razón tienen todas aquellas o aquellos colegas si se enojan conmigo por la publicación aludida. Yo también lo estoy y yo también reaccionaría del mismo modo, pues Fredy, en efecto, es de las personas más chidas y lindas del mundo, amigable, generoso y mil maravillas más.

Perdón, Fredy, perdón. Ya abundaremos de este tema. Pero yo no escribí nada en tu contra, aún así asumo la responsabilidad del hecho y por eso reitero mi petición de perdón, aunque si no me lo concedieras estarías en todo tu derecho y yo volvería a pedírtelo ¡¡¡mil veces!!! P e r d ó n.

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