miércoles, abril 02, 2008

¡Fuera Javier Álvarez, clama el magisterio chiapaneco



Javier Álvarez se sacó la lotería al ser impuesto Secretario de Educación en Chiapas, vía Elba Esther Gordillo Morales.

De maestro democrático pasó a charro sindical, transitando previamente por todas y cada una de las diferentes corrientes sindicales del magisterio chiapaneco.

Es decir, fue “ultra”, de “Línea Proletaria”, “Reflexivo” y, al final, después de tanto “peregrinar ideológico”, se alió al enemigo: el charrismo sindical de Elba Esther.

Para Álvarez Ramos nada importan la congruencia ni los principios éticos, el fin justifica los medios, sería capaz de firmar de su puño y letra e inscribirla con oro de mil kilates la frase aquella de “el que no tranza no avanza”.

En 1987, por ejemplo, Chiapas vivió grandes movilizaciones magisteriales por el mismo motivo que hoy: la exigencia de un Congreso Seccional.

Fue Javier Álvarez quien se puso al frente de aquella Caravana de la Dignidad que maestras y maestros chiapanecos hicieron desde Tuxtla Gutiérrez hasta la Ciudad de México, donde se instaló aquel “Campamento de la Dignidad”.

“Si todos pensaran como yo”, decía Javier, presumiendo su facilidad de adaptarse a los cambios de “circunstancias” y luego de “ideología política”. Eso se lo escuché decir, una tarde sosegada, en Juchitán, Oaxaca, donde pronunció un discurso combativo a favor de la exigencia del Congreso Seccional, ante miles de maestros chiapanecos y oaxaqueños.

Y, en esa ocasión, pese a encabezar la Caravana y luego el Campamento “De la Dignidad” y por el Congreso Seccional, se olvidó de ésta y avaló la Comisión Paritaria (de paritaria no tuvo nada) con la que al magisterio chiapaneco le impusieron a otro dirigente seccional charro, tanto como Rosendo Galíndez y el mismísimo Amadeo Espinosa.

Esa “flexibilidad” es la que álvarez Ramos pretendía que todos tuvieran: lucha hoy contra la imposición de un dirigente charro, y luego aliársele e inclusive ser su “colaborador”.

Si no puedes contra el enemigo únetele, parece ser su lema.

Pero hoy las y los maestros de Chiapas han decidido que si van a derrocar a Galíndez harán lo propio con Javier Álvarez, ambos elbistas de corazón, palabra y pensamiento.

Por eso están levantando actas en las Asambleas Delegacionales, donde no sólo firman el presidente, secretario y escrutadores de las mesas de los debates, sino también llevan el nombre y la firma de todos los integrantes de la Delegación Sindical o Centro de Trabajo. Irán miles de firmas, pues.

También le envían al gobernador un oficio en el que puntualizan varios planteamientos, entre ellos los siguientes:

1.-. No hubo congreso, no hay Nuevo Comité Seccional. Por lo tanto los miembros del Bloque Democrático del Comité Ejecutivo Seccional (CES) nombrados en el año 2004 continuarán con la atención y la gestoría.

2.- Exigimos el retiro inmediato de Javier Álvarez (miembro prominente del Clan Gordillo) de la Secretaría de Educación. Su dimisión es indispensable para intentar crear las condiciones para normalizar la situación rumbo al Congreso Seccional Este punto no es negociable.

3.- Solicitamos al Gobierno del Estado que no reconozca al “Comité” espurio de Rosendo Galíndez Martínez; su reconocimiento involucrará directamente a su gobierno, con todas las consecuencias política que este acto ocasionaría.

4.- Sólo la realización del Congreso devolverá la institucionalidad de la Sección VII del SNTE, casi rota por la Serñora Elba Esther, Rosendo Galíndez y sus seguidores, con franca minoría en Chiapas.

5.- El edificio seccional, que es nuestro, fruto de nuestras cuotas sindicales, queda bajo nuestro resguardo y cuidado desde el día 19 de marzo. Responsabilizamos a Rosendo Galíndez de la integridad física, material y política ante todo acto de provocación al respecto.

Sin embargo, el “Usurador” y “Charro” Galíndez está despilfarrando dinero proveniente de las cuotas del magisterio para publicar notas y desplegados, diciendo que está por la vía del diálogo para resolver el diferendo, siempre con la premisa de ser el mero mandamás en la Sección VII.

Pero hasta para eso resultó pésimo, al poner por delante “la actitud de cerrazón “del todo o nada”, asumida por el bloque democrático del magisterio, de no dar marcha atrás en seguir manteniendo ocupadas las instalaciones del sindicato”. O sea, primero la agresión.

Luego, la amenaza, según se lee en el siguiente párrafo:

“No obstante, Galíndez Martínez dijo que … si la cerrazón persiste en la otra parte, buscarán por medios judiciales hacer respetar la voluntad de la mayoría del magisterio que dieron confianza al nuevo comité seccional durante la celebración del XXIV Congreso Seccional Extraordinario”.

Finalmente la estulticia, al delatarse solo que no cuenta ni contó con la mayoría:

“El triunfo lo tenemos nosotros porque de un total de 714 delegados efectivos al Congreso seccional, a través del voto directo y secreto de cada uno de los delegados, se obtuvieron 396 votos a favor de la planilla única, encabezada por el maestro Rosendo Galíndez Martínez”.

Sólo con planilla única podía “ganar”. Sólo sin adversario enfrente podía obtener “mayoría” jajajaja, mayoría.

Es decir, no hubo Congreso Seccional, porque en un evento de esa naturaleza se enfrentan proyectos políticos, hay un proceso de elección y se cuenta voto por voto, pero con planilla única ¿para qué votar? Con solo el voto de Rosendo Galíndez tenían para obtener un “triunfo contundente” jijijiji.

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