La mayor fortaleza de Irán Mérida en Frontera Comalapa es la cultura de la impunidad que reina en Chiapas. No importa qué delitos cometa, es presidente municipal, ahí muere, que los siga cometiendo. El pueblo aguanta. ¿Qué delitos ha cometido Irán Mérida? Muchos, el último del que tuvimos noticias es el de estupro, palabra fea, pero más su significado. ¿Qué es el estupro? La teoría dice que...
La teoría dice que en este delito se involucran dos tipos de sujetos: una mujer y un hombre.
El sujeto activo en el estupro es el hombre, el pasivo o víctima es la mujer. Laura “N”, en este caso, ex secretaria del ayuntamiento comalapense, comisionada al área de Tesorería Municipal.
Pero sigamos con la teoría:
Puede ser sujeto de estupro la mujer que tenga más de 12 años de edad y menos de 18 (menos de 12 ya es pederastia).
Una mujer de 19 años ya es libre de hacer con su cuerpo lo que quiera, y nadie puede ser acusado de nada si obtiene y disfruta de sus servicios con previo consentimiento.
El medio ejecutivo en el estupro es el engaño. El sujeto activo debe engañar a la víctima y así obtener su consentimiento, para tener sexo con ella. Sólo mediante el engaño se puede realizar el estupro.
¿Qué podemos suponer que Irán Mérida le dijo a la chica de 16 años para convencerla de tener sexo con ella? Que era la más linda de todas las mujeres del planeta y, por ello, le depositaria en su regazo el cielo, la luna y el mar, y que todo eso sería posible porque él, siendo alcalde, tenía cómo hacerle realidad cada uno de sus sueños, teniendo en sus manos tanto poder y dinero.
Y, la pobre, todito se lo tragó.
Ahora bien, el resultado del delito de Mérida Matamoros es un precioso bebé, varón, macho, masculino del verbo no se agachen porque hay peligro.
Ahí está el pequeño, de cuatro meses de edad, nacido cuando ella tenía 17 años y ocho meses.
Es decir, él la embarazó cuando Laura “N” apenas tenía 16 años con 9 meses.
No hay de otra, el estupro lo cometió el señor presidente municipal Irán Mérida Matamoros.
Pero aunque lo haya cometido hay dos situaciones que impiden sea castigado, la principal de ellas es el manto de impunidad que el gobierno del estado tendió sobre el edil, para protegerlo.
Si la impunidad no reinara en Chiapas la ex secretaria de Irán Mérida hubiera acudido al Ministerio Público, acompañada de sus padres o un abogado, para exigir castigo y, mínimo, obligarlo a soltar dinero para la manutención del pequeño "Irancito". El juez, por lo menos, le habría ordenado entregarle puntualmente unos diez mil pesos al mes, considerando sólo el salario nominal del aún alcalde.
No lo hizo porque ella sabe muy bien que no le harán nada al presunto delincuente. La ex subordinada de Julio Concha De León en la Tesorería Municipal no cree en las instituciones procuradoras de justicia, lo cual no es nada halagador para un estado que se dice republicano y democrático.
Ahora que el asunto es ya del dominio público y, sobre todo, del Fronterizo del Sur, no habría manera para que las autoridades se hicieran "pijijis", por lo que la joven madre fácilmente podría ganar el caso.
Ganaría el juicio de reconocimiento del bebé por parte del padre biológico, y, en automático, la pensión alimenticia, por no menos de diez mil varos al mes, durante dieciocho años, o más, si "Irancito" siguiera estudiando.
Por cierto, Mérida Matamoros también recibiría un castigo que iría de tres a cinco años de prisión, por lo que sí alcanzaría el beneficio de libertad bajo caución, pero al menos se vería obligado a garantizar el pago de la reparación de los daños causados, aunque bien se sabe que, en este caso, la vida de la chica quedará marcada para siempre.
Chale, si el condón se inventó hace siglos, cuando se comenzó a utilizar un preservativo hecho a base de tripa de oveja.
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