viernes, diciembre 18, 2009


Comitán, Chis. A 18 de Diciembre. Es un probado embustero el Agente del Ministerio Público de la Mesa de Trámite número 3, Licenciado Francisco Javier Selvas Rojas. En la pretensión de salvar su “pellejo” recurre a todos los disfraces posibles a su mano.

El funcionario quien debiera buscar y promover la verdad -ese es el espíritu filosófico de su cargo en la Procuración General de Justicia del Estado-, ha demostrado ser un vulgar carcelario.

Inmaduro aún e inconciente del cargo que exhibe, Selvas Rojas ha construido un poder autoritario sobres sus pies de lodo.

Luego de la denuncia interpuesta por El Fronterizo del Sur ante la Comisión Estatal de los Derechos Humanos contra el “funcionario público” encargado de procurar justicia -esto por haber actuado con negligencia ante un claro ejemplo de secuestro-, este responde con tiernas mentiras a la comisión investigadora del caso.

Dice el M.P. Francisco Javier Selvas Rojas a la Comisión: Que el día 4 de septiembre se encontraba de guardia de 15:00 a 18:00 horas cuando “fue que se presentó aproximadamente como a las 16:00 horas una persona de nombre Saraí Cruz Mejía” quien se identificó e informó que un empleado del Fsur había sido “retenido” en San Gregorio Chamic del municipio de Frontera Comalapa.

Continúa; “solicitando al suscrito que se trasladara a dar fe ministerial de los hechos, así también manifestó que su esposo se estaba trasladando en esos momentos al lugar de los hechos, por lo que el suscrito le informó que no podía abandonar la guardia ya que por cuestiones de jurisdicción la competencia le correspondía a la Fiscalía del Ministerio de Frontera Comalapa”

Versión totalmente falsa. Primero, el M.P. Francisco Javier Selvas Rojas no se encontraba físicamente en el edificio de la Fiscalía de Justicia, quien atendió a la Directora de los departamentos de Recursos Humanos y de Circulación del Fsur, Saraí Cruz Mejía, fue una mujer de quien desconocemos -por el momento- nombre y cargo.

En este medio hemos denunciado al “funcionario público” debido a sus constantes salidas y abandono de su puesto sin motivos justificados, y la única ocasión que se le encontró en su escritorio no quiso atender a los solicitantes debido a un retraso de minutos en la cita.

Segundo, él bien sabía que por esas fechas no había servicio de Ministerio Público en Frontera Comalapa debido a la crítica situación política que se vive en ese municipio. ¿De dónde dice ahora que no podía abandonar su guardia?

Bien informado estaba Selvas Rojas, desde ese momento y en llamadas posteriores -las que no quiso atender-, de que el secuestro que había iniciado con un empleado de este medio, había desencadenado en un numeroso secuestro de más personal a manos de taxistas de San Gregorio Chamic.

Finalmente dice: “Por lo que en ningún momento quedaron en situación de vulnerabilidad los que se dicen quejosos…”

Engañoso Selvas Rojas. ¿Cómo se atreve afirmar que los siete empleados del Fsur no estuvieron en situación de vulnerabilidad?

Si Selvas Rojas, nunca se paró, asomó la nariz, en el lugar del secuestro de los empleados del Fsur, recalcamos, tampoco estuvo en su escritorio el día que se solicitaron sus servicios públicos.

Solicitamos a la Comisión Estatal de Derechos Humanos que invite a dar su versión de los hechos a la Directora Saraí Saraí Cruz Mejía y también a la empleada de la Fiscalía que la atendió. Hasta aquí por el momento en este caso. Fsur.

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