La María Cruz, como ella se firma, repetirá color y número, como suele decirse. Cabal. Otros seis años, en la misma Secretaría de Desarrollo Social donde la ubicó el gobernador Pablo Salazar al inicio del presente sexenio. Cómo no, sabe mucho de esa materia, sobre todo sabe actuar, entrar en acción, combatir la pobreza, generar oportunidades de desarrollo con espíritu incluyente. Parece esta una columna chayotera, pero no, es el reconocimiento a su hacer y proceder.
Fue de las primeras funcionarias entrevistadas por mí al iniciarse la administración salazarista, y no olvidaré su gentileza, el extremo opuesto del odioso Aniceto Orantes Ruiz, un tipo repugnante.
Además es agradable escuchar su verbo, y no es declaratoria de amor, como aquella lanzada públicamente por el diputado Francisco Gil Salinas, hace exactamente un año, cuando acudiera María de los Ángeles Cruz Hernández al Congreso del Estado para la glosa del quinto informe. (La regaste, Pancho, y lo supiste tan pronto terminaste de decir tus "ondas", cuando el murmullo generalizado llegó a tus orejas. Jijijijiji).
Por cierto también le echó muchas ganas a la campaña sabinista. Ese carisma de la María Cruz para conquistar corazones de gente pobre, aún siendo funcionaria, sirvió para conquistar votantes para el triunfo del 20 de agosto.
Chido, en serio.
Ah, pero no sólo es lista la mujer esta. No sólo es lista para sacar la chamba adelante. Lo es también para elegir a sus colaboradores. (Obvio, si me contratara a mí se echaría un diez, o un mil). Al menos conozco a una de sus colaboradoras en Comitán, otra chulada.
Esta otra señora, en el amplio sentido de la palabra, se llama Maricarmen Gálvez Galindo, y es mi amiga.
Gálvez Galindo llegó a darle estabilidad y rumbo a la Sedeso en la región fronteriza.
Cuántos pasaron por esa delegación, no sólo sin dejar huella, sino simplemente para dar el ancho. No dieron una.
Fue al llegar esta cuata cuando las cosas comenzaron a ponerse al tiro, bien, con resultados, con productos concretos, con proyectos en marcha. No es hacer leña de los árboles caídos en la SEDESO de Comitán, es reconocer el trabajo de otra mujer talentosa.
Sin duda María del Carmen Gálvez Galindo debe ser ascendida, para mayores conquistas, no de ella, sino de la administración sabinista en general, y a favor de las clases más deprivadas económica y socialmente de Chiapas.
Ahora bien, debemos presumir no sólo a la mujer talentosa, sino recordar de dónde tanta belleza, aunque esta columna siga pareciendo más chayotera todavía.
Esta amiga mía es hija de un personaje de primera: Andulio Gálvez Velázquez, aquel líder social asesinado el día 4 de octubre de 1985, por las balas asesinas de un gobernador de extracción priista. Chequen el año y sabrán de quién se trata.
Andulio Gálvez Velázquez fue asesor jurídico de la CIOAC, y fue victimado en Comitán por pistoleros a sueldo.
Dos de sus compañeros fueron detenidos y torturados por la policía para obligarlos a declarar en su contra. Querían arrancarles a base de torturas físicas y psicológicas un mea culpa o unsimple "yo lo maté", a fin de limpiar la imagen del gobierno, ensuciándola aún más.
En esos años la CIOAC señaló como responsable del asesinato del padre de mi amiga Maricarmen a un comiteco de renombre: Ernesto Castellanos Domínguez, carnal de uno de los tantos sanguinarios gobernadores chiapanecos: Absalón Castellanos Domínguez, gobernador constitucional.
Claro, hubieron movilizaciones. Y fuertes.
En Tuxtla Gutiérrez la policía reprimió un mitin de 8 mil manifestantes organizados en la Coordinadora de Lucha de Chiapas, quienes protestaban contra la violencia y la falta de solución a las demandas campesinas, obreras y magisteriales por parte del gobierno estatal.
En aquellos años en PSUM (Partido Socialista Unificado de México) dijo: "Entre 1974 y 1987 en once municipios del norte de Chiapas hubieron 27 desalojos, 19 intentos de desalojos, 47 campesinos asesinados y torturados, y 8 violaciones a mujeres".
¿Botón de muestra? ¿Un quemoncito? La barbarie en acción.
Adiós a los gobiernos asesinos.
Bienvenido, Juan Sabines Guerrero.
Con la María Cruz y la Maricarmen al pueblo de Chiapas nos irá chido.
Me cae.
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