Si la administración de Irán Mérida Matamoros no hubiera dejado abiertos los hoyos en las calles y avenidas de Frontera Comalapa, la estudiante comalapense, Dulce Alelí Vásquez López, asesinada por sicarios que escapaban de una persecución policíaca, hoy estuviera viva, quizá haciendo alguna tarea escolar, o preparándose para algún examen.
Pero Irán Mérida decidió no ocuparse ni preocuparse de las calles y avenidas de la ciudad de Comalapa, y dejó esa trampa para los automovilistas.
Desafortunadamente, una camioneta de los sicarios cayó en el agujero, y para evitar su detención salieron de la misma, disparando prolongadas ráfagas de fuego, a diestra y siniestra, para cubrir su paso hacia la otra unidad blindada, y así continuar la huida.
De hecho no se hubiera dado ningún enfrentamiento en la ciudad; la caída de la unidad blindada al agujero dio paso a esa confrontación, en la que se pusieron en peligro la vida de civiles que nada tienen que ver.
Así que los heridos civiles que terminaron hospitalizados también le deben su actual situación de salud a su presidente municipal, Irán Guanerges Mérida Matamoros, y a una decisión discutible de los mandos policíacos, quienes autorizaron disparar en la vía pública, en calles y avenidas altamente transitadas, a plena luz del día, con tantos civiles haciendo su rutina diaria.
Catearon a Irán Mérida y Nayeli Abarca
Otro dato relevante es que el alcalde comalapense sí se encontraba en la ciudad, pero en la casa del papá de
Ahí fueron cateados, pero ambos se identificaron como funcionarios municipales, el como alcalde, ella como tesorera.
En la fotografía tomada por los reporteros, se observa a
¿Quizá por eso no se llevaron al padre de
Lo cierto es que la ineptitud administrativa de Irán Mérida ya cobró una vida humana.
¿Cuántas más espera el gobierno del estado para solicitarle su renuncia o para declarar inexistentes los poderes en Frontera Comalapa, municipio de El Portal? ¿O será mejor decir
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