El panorama político parece haber cambiado en Comitán, a raíz del cierre de campaña adelantado del Partido del Trabajo, con Santaclós a la cabeza, o sea, Ricardo Ibarra Gómez.
Puso a temblar a los propios, obviamente también a los extraños.
Ahora resulta que los apostadores no tienen dinero, o ya no quieren entrarle.
Un tal Belito es un caso de ellos.
Había apostado con el regidor Matías Castellanos 35 mil pesos, contra un caballo, tordillo.
Creyó que iba con ventaja y que ganaría su caballo tordillo cuando le dijeron que escogiera candidato, inclusive que escogiera hasta dos candidatos, contra uno.
El regidor priista sabía que no iba a escoger a Ricardo Ibarra, registrado por el PT, y dicho y hecho. Ese es al que Castellanos le apostaba y le sigue apostando.
Después que se estrecharon las manos en señal de trato, delante de un testigo, Belito inclusive se burló y dijo: "me lo chin…".
Pero el domingo presenció el desfile de miles de neopetistas dispuestos a sufragar por Santa, y ahora se anda rajando.
"No tengo dinero para la apuesta", le dijo al regidor.
"Yo no soy ningún muchachito, apostamos y respetas tu palabra, tú escogiste primero y creíste dejarme al más "chafita", yo aguanté vara y ahora te atienes a lo que venga el 7 de octubre", le respondió.
Entonces Belito se fue con el testigo, o padrino, el que presenció la apuesta, a pedirle favor que "sensibilice" a Matías Castellanos, pero éste sigue en lo dicho: los hombres respetan su palabra, deben hacerlo.
"Por favor, dígale usted que no, que yo soy pobre, ya lo estoy tolerando que va a ganar su candidato, reconozco que perdí, yo no sé de política y me fui con la finta", mandó decir.
Pero no hay por dónde. La apuesta sigue vigente.
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