Allá este calenturiento padrecito trata de meter gente incondicional en los patronatos de los barrios, inclusive presionando a algunos integrantes para que renuncien, pero con afán de favorecer a un aspirante a la alcaldía.
Pero eso no es lo peor, sino que el señor anda generando mayores inconformidades en torno suyo porque, aparte, pretende cambiar las tradiciones del pueblo de Teopisca, pasando por encima de las prácticas de centurias.
Por ejemplo, se está oponiendo a que en el anuncio la Feria de Agustín la tradición se saque al Santo Patrón para que éste haga el recorrido en las calles y avenidas principales de la ciudad, con el pretexto de que “ya está muy viejito y, por ello, un poco ajetreado.
Tampoco quiere que haya patrocinadores de empresas comercializadoras de cerveza, no obstante que esas empresas no llegan a vender su producto ahí, sino sólo a darse publicidad. (¿Será que quiere que le lleguen al precio?)
Pero el señor tampoco quiere que haya cohetes ni, menos, bandas de música. Está tan pero tan amargado el tipo que quiere sólo la misa, el novenario de misas.
“No debemos mal acostumbrar al pueblo con juegos artificiales, esas son cosas del mal, del mundo, del diablo, del cachudo”, dice.
Pero tampoco quiere permitir la salida de la virgen de Mercedes, en su lugar sólo permite la salida de un retrato, le tomaron su foto a esa virgencita y la gente sale de su casa dejando sus cosas y apagando la estufa para terminar de hacer su comida, pero ¡oh chasco!, no hay virgen, sólo una foto tomada con cámara instantánea.
“El padrecito está loco”, dice la gente inconforme, molestos.
No sé cómo se pondrán las cosas en los próximos meses, cuando además de política electoral, vendrá la feria de Teopisca, cuyo anuncio ocurre los días 14 y 15 de agosto, inicia el 25 y concluye 28.
Seguramente se va a oponer, como hace casi un año, a la coronación de la reina donde se quema cohetes, se presentan juegos artificiales y eso atrae la llegada de miles de visitantes, generando una importante derrama económica.
“Eso a mí no me importa”, ha de pensar el susodicho, quien no asegura que no quiere que haya princesas ni reinas porque la única reina es la Virgen de Guadalupe, la del Tepeyac.
También ocurre que, de tan bravo que se pone con los feligreses, ya ni siquiera va a dar la misa, que porque no hacen las cosas como él las quiere.
Mientras que el Padre Nati cuando le preguntaban que si iba a haber misa respondía con un “a huevo hija”, este parece responder: “No porque son ustedes muy desobedientes conmigo, no me escuchan, quieren hacer su santa voluntad, que es la voluntad de Satán”.
Pero la gente ya está harta y le manda a decir: “No nos vamos a dejar mangonear y no sólo vamos a tener reina y juegos artificiales, hasta posh vamos a tomar para que se le quite”
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