Tener una hija y un hijo es lo más hermoso del mundo, sin duda. Es el regalo que uno recibe diario, cada mañana cuando despiertan o cada noche cuando se acuestan y nos dan el tradicional beso, o uno se lo da a ellos al llegar tarde a la casa, por la noche.
Por eso ayer jueves suspendimos la Sari y yo toda actividad programada, mandando a la fregada la agenda completa.
Mi hijo Eduardo Ángel Cruz, colaborador de El Fronterizo del Sur, participaba en la llamada “Olimpiada Infantil del Conocimiento”, en una escuela comiteca, enfrentando a los mejores de 14 escuelas primarias más, de la zona escolar 062, Sector 9.
La emoción nos ganaba, el nervio al máximo; si así estábamos mamá y papá, ya me imagino a mi pobre retoño.
Ganó, por supuesto. Enalteció el apellido de madre y padre, el de la escuela primaria “Josefa Ortiz de Domínguez” del barrio de San Miguel y ahora tiene el reto de hacer lo propio en la fase regional, cuando se enfrente a los campeones de las otras zonas escolares del Sector 09.
No le pedimos al autor de la columna “Ni te Imaginabas” (que publicamos día a día en El Fronterizo del Sur), sino sólo que siga siendo niño feliz y ofrezca el mejor de sus esfuerzos. Pero gane o pierda en ese nivel, para nosotros, obviamente, siempre será el gran campeón y, con él, nosotros también.
¡Felicidades, mijo!
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