Ah que con
La cita era para ayer, a la una de ka tarde,
Y ahí estaba ella, muy bien peinadita, arreglada, como para las grandes ocasiones.
Yo asomé sin calcetines, con mi pantalón de mezclilla, mi playerita de gente humilde (lo humilde no quita lo cabrón, por supuesto), pero me dije: ·”No, mi Caliente, no le des el gusto todavía, que espere, que gaste su paciencia, que gaste su gasolina, que vuelva a venir de nuevo jijiji”.
Y dicho y hecho: me hice pijiji.
Ya me citarán de nuevo.
Ya iré, por supuesto, hay que respetar la ley.
Ah, pero lo chistoso es que
Sí, como no, “y de qué sabor querés tu yogurt?
Yo puedo ponerle todas las horas que tengo de audio en su contra, y si se me da la gana puedo subirlos a la página, para demostrarle que el pueblo de Las Rosas la detesta.
Pero de eso a revelar mis fuentes hay un océano de distancia y un estado de derecho que los protege y me protege.
Nanay, pues.
Bueno, aunque me demandara por difamación, no tendría mucho éxito, perdería su tiempo, su dinero y su equilibrio mental o afectivo, si todavía lo conserva, porque sí que la he sacado de quicio.
Señora Victoria, no es nada personal, es cuestión de mercadotecnia: con su foto y la del Ramiro Aguilar Castañeda el fronterizo vende un chingo.
¿Para qué escribo que es usted la más honesta y la más trabajadora, si en primer lugar no lo es, y, en segundo, así no se vende el periódico?
No puedo decir que es usted limpia y pura, recta, de gran estatura moral, porque nadie me creería y entonces perdería yo credibilidad, y hacerlo no me trae cuenta.
Además, ninguna movilización social ha sido en defensa suya, sino motivada por su quehacer público, por cierto, afectando a un importante sector social.
Qué bueno que sea usted así, porque de ese modo tengo material para seguir escribiendo galán, sin que tenga que quemar demasiado mis tres neuronas.
Siga usted violando las garantías individuales de los comerciantes.
Siga usted confrontándose con los comerciantes ambulantes.
Intente de nuevo desalojarlos.
Ponga contra mí otra denuncia penal o lo que quiera.
Así yo tendré mucho material para seguir escribiendo.
Ahora estamos casados, regidora, pero no por la “tusha”, sino en contra: usted con sus demandas penales o civiles, yo con las denuncias ciudadanas.
Eso sí, le prometo que después de abandonar su encargo de regidora no me voy a acordar más de usted.
Ahorita goza usted del privilegio de que le tome alguna foto y la saque en mi Caliente, después será usted una simple ciudadana, con tristes recuerdos.
Yo seguiré escribiendo, pero de otros u otras.
1 comentario:
que triste tener una regidora de esa indole en mi pueblo (pinola) es tanto el poder que cree ella tener que asta esta proponiendo al cuñado (javier alias el toro) quien ase algunos años se fue uyendo de este lugar por deber grandes cantidades de dinero a muchas personas y aora cree que el pueblo a olbidado lo sucedido pero en cambio la cuñada incomoda (victoria tamayo) ya lo quiere candidatiar para seguir haciendo de la suyas que lastima que aya gente que no quiere a su `pueblo al proponer gentes ineptas en el poder como el actual presidente que tenemos que se a dedicado a llenarse las bolsas de dinero del erario publico y al pueblo bien gracias de esos ya no queremos sino gente onesta que quiera el desarrollo del pueblo...
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