Chemingo Argüello salió de Pinola y vino a pasear a Comitán, le fue bien, convivió con políticos de altura y seguramente salió con aprendizajes importantes, tan valiosos para no defecarla tan seguido. ¡Bravo!
Porque sí que le hace falta aprender a comportarse, y, sobre todo, a respetar a las personas, aunque sean menores que él, pues todos parecen ser de mucho menos edad que el alcalde pinolteco.
Pero lo que trascendió precisamente este día en los mentideros políticos comitecos, fue la poca facilidad que tiene el alcalde de Las Rosas para moverse en este ambiente de la grilla.
De ahí sus problemas o conflictos con funcionarios del gobernador Juan Sabines, con quienes ya armó buenos pleitos, innecesarios a toda vista.
Esos "pleitos" le allanarán el camino para ir de fracaso en fracaso, y los recursos extraordinarios no podrán llegar así al pueblo de Las Rosas.
Si hay un dicho bien dicho que aconseja no pelearse jamás con quien hace la comida, hay otro que sugiere no bronquearse jamás con el dueño de las finanzas o quien reparte el dinero.
Y en el caso de Chemingo Argüello se bronqueó ya con dos funcionarios de Juan Sabines: uno que reparte la paga y otro que ofrece proyectos productivos a grupos campesinos vulnerables, sobre todo indígenas.
El primer "desacierto" de Chemingo Argüello fue cuando le faltó al respeto a Samuel Toledo Córdova Toledo, el mismísimo Secretario de Finanzas de Juan Sabines, en ocasión de un evento en el que el alcalde de Las Rosas, el de Tuxtla y de otros municipios recibieron algunos recursos entregados en forma de maquinaria pesada.
Debido a que todos esperaban al gobernador Juan Sabines Guerrero, los alcaldes esperaban sentaditos, bien portados, cada quien en su sillita.
Sin embargo, al arribar el gobernador, clásico, se armó el barullo y llegó el desorden, de tal modo que después cada quien tenía que acomodarse donde pudiera, ya que los titulares de las dependencias estatales debieron acomodarse en algunos asientos que estaban destinados a funcionarios menores.
Chemingo Argüello no previó tal situación y se quedó sin su sillita y sin lugar donde sentarse, obviamente, cuando precisamente iba a ser uno de los alcaldes que recibiría maquinaria pesada para trabajos a realizar en el campo.
Ante tal situación, el prepotente Chemingo no buscó quién se la hizo, sino quién se la paga.
Y al primero que encontró fue al Secretario de Finanzas, a quien nunca en su vida había visto, y como el alcalde tampoco lee periódicos, tampoco en fotografías había mirado al funcionario estatal. He ahí el chiste de ojear los periódicos, eso, pasarles una mirada, aunque sólo sea eso.
Obviamente, como no lo conocía, de manera prepotente le pidió que dejara su lugar y su silla, porque ahí se sentaba él, era su lugar, se lo habían dado los de logística, y hasta dijo: "Mire, ahí dice Presidente Municipal de Las Rosas, ese soy yo".
Entonces, ante esa situación tan incómoda y embarazosa, el presidente municipal de Tuxtla Gutiérrez, Jaime Valls Esponda, lo tomó del brazo y le dijo, en tono sereno, para meter un poco de serenidad en el ambiente, ya tenso: "Señor Presidente, le presento al Secretario de Finanzas del Gobierno del Estado, muy cercano del Gobernador Sabines".
Colorado se puso Chemingo Argüello, seguramente con vergüenza por su actitud intolerante y prepotente ante un funcionario de primer nivel y cercanísimo de Juan Sabines.
Entonces alguien le arrimó una sillita y se sentó el flamante alcalde de Pinola, situación que hasta la fecha no olvida, porque ha servido de comidilla en los mentideros políticos, como ocurrió en esta ocasión en que vino a Comitán, pues cuando alguien lo vio llegar a mí me lo comenzaron a platicar, y sirvió para darle más sabor a las carcajadas.
Bueno, aparte de este pleito, tiene otro con el titular de la Secretaría de Pueblos Indios (SEPI), el no-indígena Fernando López.
Al Fernando se le ocurrió llegar a inaugurar una olla de agua en la comunidad Las Guayabitas, y para eso se hizo acompañar de Chemingo Meneses y Guadalupe Hortensia Gamboa Guillén, amigos del funcionario.
Eso le "purgó" al Chemingo Argüello.
"Cómo es posible que siendo yo el Presidente Municipal Constitucional de Las Rosas no me haya usted tomado en cuenta, y en cambio sí invitó a ese guarachudo y esa su compañera", le reclamó al Fernando López.
Y aquel, educado, habría dicho que se trataba de una inversión menor y que en realidad fue a una visita a sus viejos amigos, pero de paso bla bla bla.
Pero, no contento con eso, el rencoroso Chemingo le armó tremenda bronca, cuando un grupo antagónico al PRD y PT, que inclusive votó en contra suya, le pidió apoyo al alcalde en funciones para ir a presionar al de la SEPI para que les brindaran apoyos similares a los que recibieron los del grupo de Guayabitas.
Chemingo Argüello no sólo dijo que sí, rapidito soltó tres mil pesos en gasolina y otros gastos extras para que fuera un grupo a tomar las instalaciones de la SEPI, pidiéndoles que fueran contundentes en sus manifestaciones de inconformidad.
Obedientes, tomaron las oficinas, mantuvieron retenidos a los trabajadores de SEPI durante varias horas, y hoy los que armaron ese lío están en la cárcel.
Qué mala onda. Va querer una su "asesoradita" el alcalde pinolteco, porque si sigue con esas sus calenturas y torpezas, va a terminar pero erisipela, azúcar, mal del pinto y otras lindezas.
Por si acaso que vaya con el "hermano Sebastián" para una su "limpia". O si no con el afamado Jhon Nicol, aquel brujo chingón que cura de todo, hasta quita la estupidez.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario