¿Y cuándo va a renunciar Javier Abarca Arias?
¿Nunca?
Vos Martín Javier, dijiste que lo ibas a echar. A pue. Cumplime. Cumplile al pueblo. Vos no estás en campaña, entonces no fue promesa de campaña, ¿fue una amenaza? ¿Fue un compromiso?
¿Para cuándo dijiste que lo iban a mandar a freír espárragos?
A pue, hechos no palabras.
¿Qué sigue después de las declaraciones tronantes contra el compa ese?
Las reflexiones que la Organización Democrática Independiente de Comitán (ODIC) puso sobre la mesa para sus deliberaciones me parecen atinadas. No es ético que un defensor de delincuentes, que promueve su salida del bote para que vuelvan a sus fechorías, presida también el Consejo de Seguridad Pública y Participación Ciudadana en el municipio y región.
Pero no sería privativo de este compa. Debe ser regla. Que ningún abogado presida ese organismo. Es un contrasentido.
Defiérase buscar un perfil ciudadano para presidir el Consejo de Seguridad Pública y Participación Ciudadana. Porque en este caso se observa un evidente conflicto de intereses.
Yo no sé si, por ejemplo, un periodista también lo tenga.
Se iría liso con todas las notas de inconformidades en materia de seguridad pública, tendría a mano primero que nadie los churros de asaltos, robos, incendios, etc., monopolizaría la información y, chance, buscara obstaculizar el acceso a la misma información a otros medios de comunicación. Es un ejemplo.
No sé si un médico pudiera tener conflicto de intereses con este Consejo de Seguridad Pública y Participación Ciudadana. Le busquemos. Quizá el chaleco de los médicos sí tenga mangas.
Y pensemos también si los profesores, dentistas, aseadores de calzado, taxistas, etc., pudieran estar en la misma condición que los abogados defensores de delincuentes.
Porque, vos Javier Abarca, no es personal el asunto, aquella madrina de En Caliente de la vez pasada no es porque te tenga inquina, o porque piense que vayas a ser candidato y entonces comience la ametralladora en tu contra para cerrarte el camino.
Para nada. Es para los abogados en general, para quienes promueven amparos para que quienes infrinjan la ley salgan libres. O simplemente salgan libres exentos de toda culpabilidad aunque hayan tenido responsabilidad en algún hecho delictivo.
Pienso, compa, que deberían considerar esos argumentos. Son válidos.
Sería digno de tu parte hacerle caso al Marín Javier, no porque lo dijo él o porque lo publiqué yo, sino porque hay una razón de por medio.
¿Qué te ganás con seguir ahí donde hay un sector que no te quiere?
Es más, te propongo que para la próxima reunión asistas con una solicitud de separación del cargo ese y con una serie de propuestas de perfiles ciudadanos para ocupar el cargo. Sería inteligente de tu parte, demostrarías que no te gana el hígado, sino la razón y el análisis.
¿Cómo lo ves?
¿O sos como aquellos salinistas que decían: “ni los veo ni los oigo”, menos los leo. Jijiji mucho menos leo las calenturas que publica el inche caliente.
Ay como lo veas.
¿Nunca?
Vos Martín Javier, dijiste que lo ibas a echar. A pue. Cumplime. Cumplile al pueblo. Vos no estás en campaña, entonces no fue promesa de campaña, ¿fue una amenaza? ¿Fue un compromiso?
¿Para cuándo dijiste que lo iban a mandar a freír espárragos?
A pue, hechos no palabras.
¿Qué sigue después de las declaraciones tronantes contra el compa ese?
Las reflexiones que la Organización Democrática Independiente de Comitán (ODIC) puso sobre la mesa para sus deliberaciones me parecen atinadas. No es ético que un defensor de delincuentes, que promueve su salida del bote para que vuelvan a sus fechorías, presida también el Consejo de Seguridad Pública y Participación Ciudadana en el municipio y región.
Pero no sería privativo de este compa. Debe ser regla. Que ningún abogado presida ese organismo. Es un contrasentido.
Defiérase buscar un perfil ciudadano para presidir el Consejo de Seguridad Pública y Participación Ciudadana. Porque en este caso se observa un evidente conflicto de intereses.
Yo no sé si, por ejemplo, un periodista también lo tenga.
Se iría liso con todas las notas de inconformidades en materia de seguridad pública, tendría a mano primero que nadie los churros de asaltos, robos, incendios, etc., monopolizaría la información y, chance, buscara obstaculizar el acceso a la misma información a otros medios de comunicación. Es un ejemplo.
No sé si un médico pudiera tener conflicto de intereses con este Consejo de Seguridad Pública y Participación Ciudadana. Le busquemos. Quizá el chaleco de los médicos sí tenga mangas.
Y pensemos también si los profesores, dentistas, aseadores de calzado, taxistas, etc., pudieran estar en la misma condición que los abogados defensores de delincuentes.
Porque, vos Javier Abarca, no es personal el asunto, aquella madrina de En Caliente de la vez pasada no es porque te tenga inquina, o porque piense que vayas a ser candidato y entonces comience la ametralladora en tu contra para cerrarte el camino.
Para nada. Es para los abogados en general, para quienes promueven amparos para que quienes infrinjan la ley salgan libres. O simplemente salgan libres exentos de toda culpabilidad aunque hayan tenido responsabilidad en algún hecho delictivo.
Pienso, compa, que deberían considerar esos argumentos. Son válidos.
Sería digno de tu parte hacerle caso al Marín Javier, no porque lo dijo él o porque lo publiqué yo, sino porque hay una razón de por medio.
¿Qué te ganás con seguir ahí donde hay un sector que no te quiere?
Es más, te propongo que para la próxima reunión asistas con una solicitud de separación del cargo ese y con una serie de propuestas de perfiles ciudadanos para ocupar el cargo. Sería inteligente de tu parte, demostrarías que no te gana el hígado, sino la razón y el análisis.
¿Cómo lo ves?
¿O sos como aquellos salinistas que decían: “ni los veo ni los oigo”, menos los leo. Jijiji mucho menos leo las calenturas que publica el inche caliente.
Ay como lo veas.
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