lunes, febrero 12, 2007
EL NUEVO PRI
Juan Sabines Guerrero tendrá un PRI a su medida, perdón, un PRI tranquilo, dialogador, sereno.
Si no hay poder tras el trono no habrá en la dirigencia tricolor políticas de confrontación con el gobernador del estado. Ni duda cabe. Habrá diálogo hasta para decidir candidaturas, particularmente las relacionadas con las diputaciones.
De por sí Sabines no es de confrontaciones, pero ahora habrá menos motivos.
Arely Madrid no va a bronquearse con el gobernador del estado, es mujer institucional, y la institución más fuerte y más importante en Chiapas es la gubernatura. Ella lo sabe. Y estar a tono con esa institucion es igual a gobernabilidad.
Ello implicará no precisamente sacrificar al partido, sino a algunos de sus hombres o mujeres.
¿Y qué decir de Arnulfo Cordero Alfonso?
Igual la cosa.
Es tranquilo, y amigo de Sabines también. Llevará la fiesta en paz. Será el principal promotor de que las cosas se hagan sin riesgos de rompimientos.
De hecho fue el puente que el priismo necesitaba para engarzar a los dos principales grupos de priistas de la entidad: los joseanistas y los que no se la jugaron con el frustrado candidato a gobernador.
Algo de eso ha de haber conseguido en campaña, pienso que fue la principal apuesta de la Arely Madrid para llevarlo como compañero de fórmula, aunque igual significaba una fuente muy fuerte de financiamiento para los gastos de campaña.
Arnulfo Cordero es capaz, inclusive, de sacrificar sus propios y legítimos intereses, a fin de no caer en conflicto con el poder, el cual debe ejercerlo quien tiene la sartén por el mango. Nadie más.
Cordero Alfonso pudo haber sido diputado local o federal antes, en lugar del Víctor Hugo Ruiz Guillén por ejemplo, o del Mario Carlos Culebro Velasco, del mismo Roberto Chato Ortiz, puros buenos para nada. Pero se aguantó, para estar bien y de buenas con Pablo Salazar.
En cualquier proceso electoral habría ganado con las manos en la cintura, el señor no sabe perder, tiene mucho con que ganar, no sólo dinero por supuesto, de lo que hay harto en su billetera, sino también capital político. Comitán lo sabe.
En la pasada elección una candidata sin capital político alguno estuvo a escasos votos de Cordero, pero ahí el factor fue externo: la inercia ganadora de Andrés Manuel López Obrador.
A quien Cordero Alfonso se enfrentó el 2 de julio del 2006 no fue a la Lolita Estrada Gordillo, quien inclusive dejaba plantados a los electores, quienes esperaban horas y horas su llegada, la cual jamás se concretaba.
Yo mismo estuve esperándola allá San José Las Chicharras, municipio de Bella Vista, ahí un sufrido maestro de ceremonias suplicaba paciencia a los habitantes para que siguieran esperando a la candidata, quien nunca asomó.
Con todo, el PEJE le dio a esta candidata muchísimos votos, nadie esperaba la votación obtenida por Estrada Gordillo, muchos perredistas prefirieron a Cordero que a Lolita, lo mismo que petistas y del Convergencia.
Pero con todo y el PEJE, Cordero Alfonso obtuvo el triunfo, es diputado federal, es el segundo de a bordo del PRI en el estado, y quién sabe más a dónde llegará.
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