En las Rosas habrá tres candidatos a la presidencia municipal, en busca de ocupar la silla que tiene el actual alcalde panista, Ramiro Aguilar Castañeda.
El de la Coalición POR EL BIEN DE CHIAPAS, que integran PRD-PVEM-PT-CONVERGENCIA; el del PRI, y el de Ramiro Aguilar Castañeda (PAN).
De los tres, los únicos con posibilidades de competir son los dos primeros, por distintas razones. La primera y fundamental es la inteligencia del pueblo de Las Rosas, quienes han aprendido desde hace años el valor de la alternancia y el peso de su autonomía.
Ahí sí, la soberanía reside en el pueblo.
El pueblo de Las Rosas es de los pocos que saben castigar a los gobernantes, es el municipio a donde primero llegó la democracia.
No es como el pueblo de Tzimol, La Independencia, Frontera Comalapa, Chicomuselo, La Trinitaria, Teopisca o Amatenango de la Frontera donde aún no conocen o no aprenden o no entienden cómo se castiga a los malos gobiernos.
En esos municipios no importa cómo gobierne el alcalde, mal o peor, siempre votan por el PRI.
Sólo el pueblo de Las Rosas ha alcanzado la madurez política, de los municipios ya mencionados, sobre todo porque ahí lo mismo ha gobernado el PRI que el PRD y el PAN.
Cada uno, sin embargo, ha recibido una buena tunda en su momento, como sanción a su mala actuación.
En Las Rosas no se pueden pasar de lanza los alcaldes: o gobiernan con forme la ley y los principios de honradez, transparencia y sentido social, o los mandan de regreso a la oposición.
Ya lo vivió Rodolfo Francisco Robles Ordóñez. Fue el que entregó el gobierno al PRD, como resultado de su pésima gestión y el olvido al pueblo. Este cuate fue corrupto con mayúsculas, en negrillas y subrayado.
Por eso ganó el profesor César David Argueta Culebro, un priista arrepentido que abanderó el PRD, quien supo convertir en votos la tempestad de inconformidades por todo lo malo que sembró en su administración Robles Ordóñez.
Pero Argueta Culebro pensó que había llegado para instalar al PRD para siempre en el gobierno, y que podía hacer de los recursos lo que quisiera. Nada más absurdo y estúpido. Al pueblo de Las Rosas no se le puede ofender impunemente, y fue tal el robo al erario público que ni siquiera alcanzó a terminar su trienio. Sus propios regidores le hicieron firmar larenuncia.
En las siguientes elecciones el PRD recibió su merecido, por haber abanderado a un priista mañoso, autoritario y terco: lo aplastó el PRI, a través de Jorge Cantoral, quien a pesar de ser un auténtico golondrino ganó la elección, aunque nunca pudo instalarse en su silla de poder y por mandato del Tribunal Federal Electoral del Poder Judicial de la Federación debió cederle a Jorge Manuel Díaz Penagos la administración municipal. Esto, por cierto, se le debe a José Domingo Meneses Velasco, quien acudió ante el TRIFE a demostrar la inconstitucionalidad de la elección del priista.
Pero a Díaz Penagos le valió madres la honestidad y la transparencia. Como a él no le había costado derrochó el capital político que le entregaron a su partido en corrupción. Robó a manos llenas. Llevó mucha lana a sus bolsillos, hasta una demanda penal por peculado tiene en su contra.
Por eso llegó el PAN, como castigo a la pésima actuación de Díaz Penagos, quien podría terminar en la cárcel.
Pero lo mismo va a ocurrirle a Ramiro Aguilar Castañeda, quien quiso emular en malos manejos a Jorge Manuel y no sólo lo alcanzó, sino lo rebasó ampliamente, por corrupto y ambicioso, según lo ha documentado la oposición. También ya tiene su demanda penal, por probable responsable del delito de ENRIQUECIMIENTO ILÍCITO, ejercicio indebido de funciones y fraude.
Ramiro Aguilar parece que va a pasar a la historia como el peor de los gobernantes, porque su demanda también incluye la probable comisión de delitos de peculado, coalición de servidores y funcionarios públicos, y asociación delictuosa, cometidos en agravio de la administración pública municipal, de la sociedad en general del municipio de Las Rosas y otros que puedan resultar derivados de estos hechos ocurridos en el citado municipio.
En Caliente le otorgará la medalla al mérito del “Funcionario del Año” por malversador de recursos, depredador del pueblo y sepulturero de su propio partido.
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