Lástima, Margarito.

Juan Sabines ya se decidió en Tuxtla Gutiérrez por Jaime Vals Esponda, las señales no dan lugar a la menor duda.

Inclusive dan paso a otra certeza: en la disputa por la candidatura a la gubernatura en el 2012 aparece un nuevo protagonista: Vals Esponda.

Por unanimidad de votos el Consejo Municipal aprobó proponer a Jaime Vals como su candidato a la alcaldía coneja.

Y, Vals Esponda, no se hizo del rogar.

Raudo, expresó: “Es un honor, es una distinción que se me tome en cuenta para poder contender por la presidencia municipal de Tuxtla”.

Y, con ello, no sólo decidió gobernar la capital, sino subirse al carrusel sucesorio para la gubernatura que, quiérase o no, comenzó desde la toma de posesión del actual gobernador del estado.

La candidatura de Vals Esponda es una clara señal sabinista a los rutilios y los mesner, quienes soñaban y sueñan para la grande en el 2012; ahora les está quedando claro que no están en el corazón del mandatario chiapaneco.

Lástima, Margarito.

Es una señal también para el “compadre” Manuel “el Güero” Velasco Coello: no las tiene todas consigo, que no se le suba, quizá no sea sucesor de nadie en el 2012.

Lástima, Margarito.

También que se olvide de sus ambiciones el senador Rubén Velásquez: no habrá de piña. Ni lo sueñe. Cierto, tuvo en sus manos la candidatura en el 2006, pero había que asegurar el triunfo y por eso se la quitaron de última hora: para poner a un gallo ganador y con un fuerte caudal de votos: Sabines. Se le fue, pues, la candidatura, se le fue para siempre.

Lástima, Margarito.

Obviamente también se le pasó el tiempo a Roberto Armando Albores Guillén. Ya tuvo su chance, hizo lo suyo, ayudó a la derrota de José Antonio Aguilar Bodegas, consiguió una chamba para su hijo, Roberto Albores Gleason, pero nada más. En su lugar vienen otras figuras comitecas con posibilidades de disputar la gubernatura del 2012.

Lástima, Margarito.