Alguien con poco valor civil, que trabaja en el ayuntamiento de Las Rosas, ha estando enviando mensajes en contra de este pobre redactor de calenturas, con amenazas directas.
Y a pesar de que soy un poco "pelado" y "corriente" para escribir mis calenturas, juro que me es imposible reproducir con todas sus letras lo que el "amenazador" escribió, pero entre lo que aún considero publicable está esta frase: “Disraeli, eres un pinche amarillista de mierda, deja de mamadas, te voy a dar una arrastrada".
Yo le respondí: "acepto la amenaza, venga de ahí, soy lo que quieras, así soy y que, tienes dos caminos: o me rompes la cara, o me demandas penalmente, como quieras quiero".
Y a eso respondió: "dónde y cuándo….", obviamente sin acentos y con otras groserías no publicables.
Y al reto respondí: "A las 9 de la mañana, en Las Rosas, en el zócalo, ni modo que en tus oficinas de la presidencia municipal".
Esta quebrada de cara al pobre "chaparrito de la sierra" debió ocurrir el lunes.
Y cuando aún faltaba un minuto para que dieran las 9 de la mañana, hice acto de presencia, cámara en mano, en el parque central de Las Rosas, ya que este "diferendo" tuvo como principal motivo las notas y columnas que se han publicado sobre el quehacer del presidente municipal de ese lugar, José Domingo Argüello Ruiz, en contra de quién la población tiene muchas denuncias.
Resultado: el "alguién con poco valor civil" no se presentó a quebrarme nada, por lo que mis esperanzas de ser un poco más bonito, luego de la cicatrización de las heridas en mi rostro, se esfumaron.
Y yo que pensaba tener un buen pretexto para que me hicieran una cirugía plástica reconstructiva facial.
De hecho, estuve ahí en el parque, de pie, esperando durante más de una hora.
Como nadie llegaba, comencé a tomar fotografías al palacio municipal, a ver si de por ahí asomaba la persona que amenazó cobardemente, y aunque sí estaba ahí, según me enteré horas después, y me vio tomar fotografías, eligió no bajar.
Finalmente creo que fue más mesurado que yo, creo que así se dice ahora: mesurado, aunque otras personas le llaman de otro modo.
Lo único seguro de todo esto es que, independientemente de que hubiera bajado al lugar donde yo lo esperaba, que no lo hizo, y me hubiera desfigurado el rostro (que tampoco), mientras me hubiera dejado vivo, yo, aún con la cara desfigurada, hubiera seguido escribiendo como hasta ahora lo he hecho: sus flores a unos, y sus críticas a otros.
Los ciudadanos mandan. No hay de otra. Y además compran su periódico, y mientras más compran más mandan. Y si con críticas severas compran más, y además ellos mismos escriben o explican de viva voz su denuncia, pues con más ganas le echamos.
¿Entonces? Mejor que se dejen de amenazas y comiencen a tolerar la crítica.
¿No ya habíamos superado esa etapa?
Bueno, me falta comentar que gracias a esa amenaza tuve oportunidad de ir a renovar mi archivo de fotos del palacio municipal de Las Rosas.
Y gracias a esa amenaza pude enterarme que el reloj del palacio municipal ya no tiene manecillas. Sólo tiene el círculo, el fondo negro y los números romanos del 1 al 12.
Ah, espero ya no sigan las amenazas, pero si volvieran a presentarse, con todo y reto, haré caso omiso de ambos. Ya los amenazadores demostraron de qué tamaño los tienen.
JUAN CARLOS LÓPEZ PINTO, FELIZ CUMPLEAÑOS
El Juan Carlos López Pinto me invitó a su cumpleaños, como a toda la banda de los distintos medios de comunicación, para este 16 de febrero, allá en su casa. Me pidió que llevara yo a Sandra López, que porque le gusta cómo escribe
Me dijo también que quiere que yo la invite porque es morena y de buena estatura, que así le gustan, ya que tiene aire o toque de "costeña" y las costeñas son famosas por calientes, ya que no pueden ser de otro modo, pues las temperaturas allá en la costa ronda por los 34 grados y a veces llegan a los 42.
También me confesó que anda muy contento porque todos sus proyectos van cuajando, en prensa escrita y en radio, así como sus incursiones en el Deporte Municipal. Felicidades, no puede ser de otro modo si le echa tantas ganas el señor. Nadie como él.
Pues reciba del caliente muchísimas felicitaciones, al mejor cronista deportivo de Comitán. No se enojen los demás, ya les tocará una flor cuando cumplan años y me manden una botellita de trago como la que me mandó el Pinto esta vez. (Ya hablaré la próxima semana de otra botellita que un funcionario comiteco me envió, con la esperanza de que ya bien bolo no me acuerde yo ni del lugar donde se ubica mi casa, menos de cómo se enciende una computadora y mucho menos que pueda yo escribir como escribo actualmente: con rompimientos maternales).
Felicidades amigo Juan Carlos. Recibe un fuerte abrazo.
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