Es macho masculino del verbo no se agachen porque hay peligro.
Sus bigotes ralos los presume a diario en palacio municipal de Comitán.
Antes era luchador social, delgado y chaparro, más chaparro que yo, aunque ahora anda ganando peso y estatura, porque ya cambió de “estatus”.
Ahora es flamante funcionario de gobierno municipal.
Le está yendo muy bien.
Adiós a la revolución.
Tiene el cráneo muy grande por su condición de oaxaqueño.
Qué bueno que es varón, porque si fuera hembra y le llevaran serenata no podría salir al balcón a ver quién le canta, quién pretende levantarle en las mañanas con un beso y levantar otras cositas.
Adivinen quién es.
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