Se pusieron de “cuatro

LAS CALENTURAS DEL RODOLFO RAMIREZ ZAMBRANO

El calenturiento del Rodolfo Ramírez Zambrano vino aquí a las instalaciones de El Fronterizo del Sur. Vino a contarme de todas sus aventuras, me habló tanto de ellas que de plano me atreví a preguntarle de dónde saca tanta paga para todas sus “capillitas” y luego la manutención de la “catedral”. “Mi paga sale del cerro Nehuestic”, me dijo, o algo así.
Pero no crean ustedes que el Rodolfo vino sólo a contarme de sus aventuras y a mostrarme las fotos que lleva en su celular y los mensajitos amorosos que le mandan: no señor. El Rodolfo quiere comprar El Fronterizo. ¿“Así o más gandalla”?, me pregunté. Y me respondió: “no la cosa es seria compadre, quiero tu periódico, lo veo chingón, pero lo quiero con toda su gente, así que me llevo al Cadomi, que es el mejor diagramador; me llevo a tu Secretaria la Famosa Coco para que vigile pero a las “capillitas” del nuevo dueño. Que al Delmar lo considera un buen impresor, y que al Samuel el más hábil compaginador, que chance y le dé chamba para trabajar en la edición de unos libros artesanales. Que a la Cecy y a la Luqui las va llevar para que se encarguen de la administración, y ahí fue donde lo paré en seco: “Espero cabrón que no te quieras llevar también a mi mujer para la administración”.
Y el we me contestó: “a tu mujer no, a vos sí, no para que soples mi nuca, sino para que sigas escribiendo más chistes en tu Caliente”.
Eso sí me supo a pedrada, y porque soy gente decente no lo saqué de las oficinas de esta sacrosanta microempresa. Caramba, yo no soy escribidor de chistes, sino de análisis políticos.
Pero en fin, para eso me quiere contratar.
Como dice el Ray, ha de ser triste.
Ha, por cierto, el Ramírez Zambrano de una vez pasó a contratar los servicios del columnista más joven de la entidad, el autor de “En la Opinión de Lalo Ángel Cruz”.
Ni modo.