Me encontré en Tuxtla al Pancho Morales. Sigue gordo el "we", aunque él siente que anda a la baja en su carga de lípidos. Eso sí, sigue metido en la grilla, trabajando en distintos proyectos. Fue sabinista el señor, le echó ganas. En sus ratos libres trabajó con todas las fuerzas vivas de la polaca de esa región, donde se enseñorea don Chus Orantes Ruiz. Por el lado del PR
I Joseanista estuvieron haciendo talacha ahí Marco Artemio Gutú, regidor plurinominal del tricolor, el Presidente Municipal de Socoltenango, un tal Elder, cuñado de Mario Carlos Culebro Velasco, a punto de abandonar la teta legislativa (va hacer cuñá, cuñá, cuñá). A todos los hicieron trizas. Les pegaron una buena zarandeada. La derrota Joseanista ahí fue por más de 6 mil votos, casi la diferencia final entre el ya gobernador electo, Juan Sabines Guerrero, y el derrotado (ahora frustrado) José Antonio Aguilar Bodegas. Josean obtuvo en el Distrito IV 9 mil 790 votos, y Sabines 15 mil 922. Más dura no pudo haber sido la "erguiza" colocada al pobre Josean. Yo que él mejor me hubiera ido a refugiar al mar de Tapachula, chance y en una de esas pasaba un Tsunami y se lo tragaba, y entonces no iba a pasar tantas penas por la derrota. Ni modo. Ese fue el trabajo del Pancho Morales. Perdón, Francisco Alfredo Morales Morales.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario