Artemio Hernández, el reportero tojolabal que tiene de bruces al Primer Damo de Altamirano, mandó material interesante sobre el tráfico de influencias en el ayuntamiento de Heidi Pino.
La nota señala que “locatarios del mercado de este lugar denunciaron la corrupción de la presidenta municipal y del regidor plurinominal del PAN al hacer negocios sucios con los locales del mercado, con los cuales trafican para hacer más dinero y enriquecerse. La alcaldesa Heidi Pino Escobar, en complicidad con el Presidente del Sindicato del Mercado, José Vázquez Mijangos, y del Secretario de Actas y Acuerdos, Joel Velasco, le quitaron injustamente el local que venía utilizando el señor Francisco López, para después vendérselo al regidor panista, Cresencio Espinoza”.
O sea, la pura corrupción. Mucho peor que la del regidor Panchito de Pinola, quien aprovecha su posición y cercanía con el alcalde Chemingo Argüello para conseguir algunos beneficios de salud para su mujer, la mujer de Panchito Mariachi. Mucho peor, porque en este último caso la esposa del también apodado “Francisco Calaca” es una señora enferma, desde hace un buen, y un salario de regidor no alcanza para erradicar enfermedades crónicas.
En el caso de Altamirano se trata de hacer negocio, y de afectar a una familia humilde a quien le quitan la posibilidad de un trabajo digno, y pasárselo al regidor Cresencio Espinoza, quien ahora podrá disfrutar de su lana de regidor y de lo que saque del mercado.
Los locatarios relataron cómo se dio el negocio y la entrega del dinero en este último caso:
“El día jueves 13 de agosto del presente año fue el negocio en el hotel Beti por vía telefónica, Joel Velasco pregunta al regidor si ya tiene todo el dinero y Cresencio Espinoza le dijo que sí, que ya lo va a entregar en la esquina del parque el mismo día, a las 5.30 de la tarde se le entregó el local al señor Cresencio Espinoza en la presidencia, en el diálogo de Heidi con la familia Espinosa estuvo Joel Velasco y José Mijangos, tardaron una hora en el diálogo, está claro que la presidenta quiere hacer negocios bajo el agua pero no va a poder”.
También dijeron que todo esto se da “a pesar de que el regidor plurinominal panista recibe un jugoso salario de la presidencia, ahora pretende arrebatarle su local a una persona de escasos recursos económicos, lo cual nos parece injusto, además de que estos puestos no se venden, sino que se otorgan a personas que tienen necesidad de vender sus productos y que son de escasos recursos económicos”, dijeron.
En un documento entregado a este reportero, señalaron su desacuerdo, expresando que no tomaron en cuenta ni a los demás integrantes de la directiva ni a los locatarios en general, que la decisión la tomaron las personas mencionadas.
“Sólo los dos señores hicieron la entrega, protesta el legítimo dueño del local que no entregará (el local) mientras que no se haga una junta para que ellos vean y tengan conocimiento de este problema, y por acuerdo de los agremiados protestan. Este asunto debe ser sometido en asamblea, nadie tiene derecho a entregar locales sin que la asamblea esté enterada”, dicen en su escrito.
El documento fue signado por el Secretario de Finanzas del Sindicato del Mercado, Javier Pérez Wueth, además del Secretario de Organización, Antonio Pérez Vázquez, y del Secretario de Conflictos, Sebastián Sántiz López, quienes exigen ya la reestructuración del Comité, y que todo asunto como este debe ser sometido a la Asamblea de los Agremiados.
Esto, claro, no sólo pasa en Pinola y Altamirano, sino en todas partes, pues hay regidores que se convierten en constructores tan pronto llegan a la presidencia municipal.
Así dan ganas de ser regidor.
La nota señala que “locatarios del mercado de este lugar denunciaron la corrupción de la presidenta municipal y del regidor plurinominal del PAN al hacer negocios sucios con los locales del mercado, con los cuales trafican para hacer más dinero y enriquecerse. La alcaldesa Heidi Pino Escobar, en complicidad con el Presidente del Sindicato del Mercado, José Vázquez Mijangos, y del Secretario de Actas y Acuerdos, Joel Velasco, le quitaron injustamente el local que venía utilizando el señor Francisco López, para después vendérselo al regidor panista, Cresencio Espinoza”.
O sea, la pura corrupción. Mucho peor que la del regidor Panchito de Pinola, quien aprovecha su posición y cercanía con el alcalde Chemingo Argüello para conseguir algunos beneficios de salud para su mujer, la mujer de Panchito Mariachi. Mucho peor, porque en este último caso la esposa del también apodado “Francisco Calaca” es una señora enferma, desde hace un buen, y un salario de regidor no alcanza para erradicar enfermedades crónicas.
En el caso de Altamirano se trata de hacer negocio, y de afectar a una familia humilde a quien le quitan la posibilidad de un trabajo digno, y pasárselo al regidor Cresencio Espinoza, quien ahora podrá disfrutar de su lana de regidor y de lo que saque del mercado.
Los locatarios relataron cómo se dio el negocio y la entrega del dinero en este último caso:
“El día jueves 13 de agosto del presente año fue el negocio en el hotel Beti por vía telefónica, Joel Velasco pregunta al regidor si ya tiene todo el dinero y Cresencio Espinoza le dijo que sí, que ya lo va a entregar en la esquina del parque el mismo día, a las 5.30 de la tarde se le entregó el local al señor Cresencio Espinoza en la presidencia, en el diálogo de Heidi con la familia Espinosa estuvo Joel Velasco y José Mijangos, tardaron una hora en el diálogo, está claro que la presidenta quiere hacer negocios bajo el agua pero no va a poder”.
También dijeron que todo esto se da “a pesar de que el regidor plurinominal panista recibe un jugoso salario de la presidencia, ahora pretende arrebatarle su local a una persona de escasos recursos económicos, lo cual nos parece injusto, además de que estos puestos no se venden, sino que se otorgan a personas que tienen necesidad de vender sus productos y que son de escasos recursos económicos”, dijeron.
En un documento entregado a este reportero, señalaron su desacuerdo, expresando que no tomaron en cuenta ni a los demás integrantes de la directiva ni a los locatarios en general, que la decisión la tomaron las personas mencionadas.
“Sólo los dos señores hicieron la entrega, protesta el legítimo dueño del local que no entregará (el local) mientras que no se haga una junta para que ellos vean y tengan conocimiento de este problema, y por acuerdo de los agremiados protestan. Este asunto debe ser sometido en asamblea, nadie tiene derecho a entregar locales sin que la asamblea esté enterada”, dicen en su escrito.
El documento fue signado por el Secretario de Finanzas del Sindicato del Mercado, Javier Pérez Wueth, además del Secretario de Organización, Antonio Pérez Vázquez, y del Secretario de Conflictos, Sebastián Sántiz López, quienes exigen ya la reestructuración del Comité, y que todo asunto como este debe ser sometido a la Asamblea de los Agremiados.
Esto, claro, no sólo pasa en Pinola y Altamirano, sino en todas partes, pues hay regidores que se convierten en constructores tan pronto llegan a la presidencia municipal.
Así dan ganas de ser regidor.
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