Ahora se apunta Aníbal Herrera Alvarado, originario de Agua Dulce, Guatemala, Centroamérica.
Su padre lo trajo a vivir de Agua Dulce a Agua Zarca. Siempre ligado al vital líquido.
Por eso le ha ido bien al señor, pero ahora aspira a algo más.
La suerte de los guatemaltecos los mexicanos lo desean, dice Herrera Alvarado, desde el trampolín de la comisaría ejidal.
Y el guatemalteco Aníbal tuvo la suerte de casarse con una chiapaneca: la hermana de Alí Cancino Herrera, así se hizo gente.
Por supuesto, el político comalapense le dio su lugar, como buen cuñado: lo convirtió en Primer Regidor. El nepotismo por delante.
Pero como Cancino Herrera le “dio la mano” a un guatemalteco, algo le pasó éste de su buena suerte.
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