Ya se acerca el día cero en el municipio de Las Rosas.
Según la minuta de acuerdos, ya el alcalde José Domingo Argüello Ruiz habrá de tumbar las cabezas del Secretario Municipal, del Comandante de la Policía Municipal y del Sub Director de Obras Públicas.
Además de eso habrá de conceder a secretarias, policías, afanadores, etcétera, al grupo opositor, que durante más de un mes mantuvo tomada la presidencia municipal.
Todo eso no será otra cosa que respetar el acuerdo que el entonces candidato, José Domingo Argüello Ruiz, firmó con los ahora opositores, los mismos que entonces eran sus aliados y le llevaron muchos votos.
De hecho, cuando el ahora alcalde firmó esos acuerdos, no le pusieron una pistola en la sien ni le blandieron un machete sobre su cuello para obligarlo a firmar.
Los firmó porque por esas fechas se llevaban bien, eran aliados.
De hecho Argüello Ruiz trataba de consentirlos, de caerles bien, intentaba conquistarlos.
Yo mismo fui testigo de sendas reuniones donde el entonces candidato y Chemingo Meneses planeaban conquistar Pinola para los pinoltecos.
El problema fueron las traiciones de Argüello Ruiz, que le mordió la mano del que lo llevó a donde ahora está para comer con manteca.
El grupo de Chemingo Meneses inclusive llegaron a poner dinero de su bolsa para llevar al triunfo de la coalición PVEM-PRD-PT, pagando la publicación de notas de posicionamiento a favor de su candidato.
Pero, bueno, Argüello Ruiz quiso aplicar la ley del embudo, lo que probablemente se corrija en los próximos días.
Y, en caso de negarse a ello, de no respetar su propia firma, Las Rosas volverá a incendiarse.
De eso que no quede la menor duda.
Según la minuta de acuerdos, ya el alcalde José Domingo Argüello Ruiz habrá de tumbar las cabezas del Secretario Municipal, del Comandante de la Policía Municipal y del Sub Director de Obras Públicas.
Además de eso habrá de conceder a secretarias, policías, afanadores, etcétera, al grupo opositor, que durante más de un mes mantuvo tomada la presidencia municipal.
Todo eso no será otra cosa que respetar el acuerdo que el entonces candidato, José Domingo Argüello Ruiz, firmó con los ahora opositores, los mismos que entonces eran sus aliados y le llevaron muchos votos.
De hecho, cuando el ahora alcalde firmó esos acuerdos, no le pusieron una pistola en la sien ni le blandieron un machete sobre su cuello para obligarlo a firmar.
Los firmó porque por esas fechas se llevaban bien, eran aliados.
De hecho Argüello Ruiz trataba de consentirlos, de caerles bien, intentaba conquistarlos.
Yo mismo fui testigo de sendas reuniones donde el entonces candidato y Chemingo Meneses planeaban conquistar Pinola para los pinoltecos.
El problema fueron las traiciones de Argüello Ruiz, que le mordió la mano del que lo llevó a donde ahora está para comer con manteca.
El grupo de Chemingo Meneses inclusive llegaron a poner dinero de su bolsa para llevar al triunfo de la coalición PVEM-PRD-PT, pagando la publicación de notas de posicionamiento a favor de su candidato.
Pero, bueno, Argüello Ruiz quiso aplicar la ley del embudo, lo que probablemente se corrija en los próximos días.
Y, en caso de negarse a ello, de no respetar su propia firma, Las Rosas volverá a incendiarse.
De eso que no quede la menor duda.
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