Huye como un cobarde,
Comandante de la Policía Municipal
Frontera Comalapa, Chiapas, 29 de Julio de 2008.- El Comandante de la Policía Municipal de Frontera Comalapa, Onésimo Roblero Morales, huyó como un cobarde luego de que fuera sorprendido por este reportero en el momento en que sacaba del edificio municipal al voceador de este medio, José Gonzalo López Mejía, de 62 años de edad.
--"¿Qué pasó, señor, va usted a sacarlo?", le preguntó el reportero al hasta entonces valiente comandante policial, quien en ese mismo instante se dio la vuelta para comenzar la graciosa huida hacia las oficinas del presidente municipal, Irán Guanerges Mérida Matamoros, para refugiarse ahí.
El reportero lo persiguió hasta esas oficinas, inquiriéndole el motivo de su mal proceder, y sobre todo del fundamento legal para prohibirle a un voceador entrar a las instalaciones del palacio municipal, que es la casa del pueblo, a realizar su trabajo cotidiano.
--"¿Qué pasó, por qué huye, por qué le impide al voceador hacer su trabajo, me da su nombre por favor?", eran las preguntas que se le hacían al Comandante de la Policía Municipal, al tiempo que éste aligeraba el paso, buscando otras oficinas dónde esconderse, porque las del alcalde estaban cerradas.
Al fondo a la izquierda encontró unas oficinas muy adecuadas para esconderse, y se dirigió allá, mientras que el reportero lo seguía en su veloz escapada.
--"Deténgase, señor, sólo quiero que me permita una entrevista", se le pidió una vez más a Onésimo Roblero Morales, quien encontró, ahora sí, una puerta dónde meterse, pero no alcanzó a cerrar la puerta, pues un brazo y una pierna del reportero se interpusieron para evitarlo.
Así, ante la mirada atónica de varios trabajadores del palacio municipal y de campesinos que ya habían llegado a solicitar apoyos al ayuntamiento, el funcionario fue fotografiado, pero siempre en graciosa huida, seguro de que había cometido un delito, ordenado por su jefe, el alcalde Mérida Matamoros.
--"Usted está corriendo de este edificio a un voceador del Fronterizo del Sur, ¿hay algún problema?, ¿cuál es el fundamento legal para sacarlo de este edificio y prohibirle hacer su trabajo?, insistía el reportero, con cámara y grabadora en mano.
Pero el flamante funcionario municipal no se detenía, y logró salir de ese cubículo, para posteriormente bajar al piso inferior o planta baja, siempre corriendo, y siempre negándose a dar su nombre y cargo, a pesar de la insistencia del reportero.
--"Déme su nombre y cargo por favor, respóndame, ¿por qué está corriendo y prohibiéndole al voceador a realizar su trabajo?", se le preguntó en reiteradas ocasiones, pero el enmudecido funcionario no contestó ni dio la cara.
Finalmente logró llegar a las oficinas del Director de la Policía Municipal, donde se refugió, pidiéndole a su jefe, Piedad García Morales, que enfrentara al reportero, pues ya llevaba varios minutos sin poder librarse de él.
García Morales, a su vez, decidió acudir al apoyo del Secretario Ejecutivo del Consejo de Seguridad Pública, Egner Barrios Armas, quien se limitó a informar que se trataba de órdenes superiores que el Secretario Municipal, por instrucciones de Mérida Matamoros, había transmitido a fin de que al voceador de este matutino no se le permitiera vender los ejemplares que día a día ofrece en calles y oficinas públicas de Frontera Comalapa.
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