El problema de la Central de Abasto de Comitán, por lo visto, no es sólo la corrupción de los funcionarios municipales, que se llevan toda la paga a fiestas, viajes, cumpleaños o eventos especiales, en lugar de reinvertir lo que ahí se genera en la solucion de los principales problemas.
No, a la luz está saliendo la punta del iceberg, que es la falta de pago de los locatarios, bueno, de un importanre número de ellos.
En esa lista de locatarios que no pagan a la hacienda municipal por el uso de piso y no sé que tanto más está el regidor Roque Gordillo, quien desató en el ayuntamiento un fuerte problema, irresuelto aún.
Entonces, al ayuntamiento le resulta problemático tener una Central de Abasto, y hasta ilógico que agarre paga de ahí para los viajes a Canadá o España, porque no hay de dónde agarrar, ni siquiera para mejorar la red eléctrica del lugar.
Al final está pareciéndose al problema que significa el Comité de Agua Potable y Alcantarillado Municipal (COAPAM), que debiera ser autosuficiente y no lo es, tanto que el ayuntamiento debe darle subsidios millonarios para pagar su consumo de energía eléctrica.
Y, por lo visto, en ambos casos ocurre que las organizaciones sociales coadyuvan a hacer más grande el problema, o inclusive a generarlo.
En el caso que nos ocupa el FRELUM del regidor Roque Gordillo es el impulsor de un importante déficit presupuestal, pues está consiguiendo que le condoden una deuda millonaria, a él y sus correligionarios, deuda acumulada de alrededor de cinco años.
Pero quizá no sea la única organización social que se movilice con esa intención, seguramente hay muchas más, aunque, por cierto, no es el caso de la Organización Democrática Independiente de Comitán (ODIC), ya que ésta propone justamente que cada quien pague lo que debe.
Y en el caso del COAPAM igualmente hay muchos ciudadanos que se acogen a la sombra de las organizaciones sociales consiguen no pagar o bien pagar una risible cantidad de dinero, afectando así el equilibrio financiero del organismo descentralizado.
Y, entonces, enfrentan un problema común: la acción de organizaciones sociales que le apuestan a la presión y el chantaje para conseguir prevendas, o por lo menos adeptos.
En ese caso, la respuesta de las administraciones municipales ha sido otorgar concesiones especiales, rebajas de precios, quitas, condonaciones, etc, en detrimento de la salud en las finanzas del COAPAM y Central de Abasto, por poner sólo estos dos ejemplos.
Pero, ya centrándonos en el problema de la Central de Abasto, si ésta tiene a un promedio de 3 mil locatarios, y si cada uno pagara su cuota mensual por lo menos 50 pesos, ya sólo por ese concepto tendría una entrada superior a los 150 mil pesos.
¿Son insuficientes?
Bueno, pero si además de pagar sus 50 pesos cada uno de esos locatarios, más un trabajador que tuviera cada uno, y ambos fueran al baño y pagaran sus dos pesos, estaríamos hablando de que la administración de la Central de Abasto recibe mensual, por este segundo concepto, la cantidad de 360 mil pesos al mes.
Sólo en dos conceptos, pues, el Administrador de la Central estaría canalizando alrededor de medio millón de pesos al mes, es decir, 6 millones al mes, que, con una buena gestión ante los otros dos niveles de gobierno, se podrían trauducir en por lo menos 18 millones de pesos, al año.
¿Para qué pueden servir 18 milloncitos de pesos?
Para muchas cosas, en serio, entre otras para resolver de una vez por todas ese problema con la electricidad y evitar los incendios que se generan ahí cada año, con pérdidas millonarias de pesos para algunos locatarios, que luego acuden al ayuntamiento, acompañados de su "líder social", a pedir apoyo para reconstruir el local.
Pero, bueno, estamos hablando de situaciones hipóteticas que no se dan, porque en la Central de Abasto hay líderes como Roque Gordillo que se organizan para no pagar, creo que hasta en el baño público pasan exentos de pago a satisfacer sus necesidades esos compas.
Pero, bueno, hay que considerar también que la Central de Abasto es fuente de votos, y entonces tomar una decisión de exigirles su pago implica perder esa fuente.
De hecho, Jorge Constantino Kánter enfrentó el mismo problema con Roque Gordillo del FRELUM, pues también le solicitaron la condonación del adeudo también de varios años. La respuesta del entonces alcalde fue un no rotundo, y de ahí que Roque no deje de despotricar en su contra.
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