Aunque sé que debo hacer un pequeño receso en el manejo del tema de la contaminación por basura y aguas negras, por ahora quiero mencionar que Comitán parece ser el único municipio de la región fronteriza que cuenta con Relleno Sanitario, que no un simple basurero.
Es decir, un lugar planeado para que ahí se deposite la basura, sin que perjudique directamente al suelo ni a los mantos freáticos, por la simple razón que un relleno sanitario no deja pasar los lixiviados o líquidos contaminantes que derivan de la basura.
Hay en el fondo una membrana gruesa construida por ingenieros especializados, que se encarga de evitar que tanto químico contaminante baje a las capas del suelo y a las corrientes internas de agua, que viajan sin que las veamos, directo a los ríos y lagunas, que luego terminan en los hogares.
Eso se construyó en el relleno sanitario de Comitán, en tiempos de Arnulfo Elías Cordero Alfonso. Fue en su trienio que se reubicó el basurero, pero no sólo para quitarlo de un lugar y ponerlo en otro, sino para evitar mayor contaminación, a través de un relleno sanitario.
Lamentablemente ese relleno sanitario tuvo corta vida, porque para el año 2002 ya había concluido su vigencia, su vida útil.
Era el momento de pasar a la segunda etapa del relleno sanitario, pero no ocurrió así, por razones que vamos a exigir a Rafael Ruiz Morales, quien fuera el alcalde en ese momento. El Síndico, por cierto, era el hoy presidente electo, Eduardo Ramírez Aguilar.
Llegó el 2003 y Comitán había vuelto a ser un municipio más de la zona fronteriza: sin relleno sanitario, contaminando sus suelos, sus mantos freáticos y el de los otros municipios, especialmente La Independencia y La Trinitaria, afectando a los lagos de Montebello.
Según informes del propio Arnulfo Cordero Alfonso, la administración de Jorge Constantino Kanter tiene ya lista la segunda etapa del relleno sanitario, y entonces nuevamente este municipio comiteco se pone a la vanguardia respecto a los demás.
Sin embargo, hay que señalar que el relleno sanitario de Comitán, ubicado por el rumbo de Pashtón, está afectando a diez familias, que viven cerca del lugar; habría que investigar bien si estas personas llegaron a asentarse ahí antes o después de su construcción.
Lo otro que hay que investigar es la vida útil que tendrá la segunda etapa del relleno sanitario y si cuenta con el visto bueno de las autoridades de protección ambienta del país, porque de eso adolecía el primero, razón por la cual no se podía proceder a la continuación de la segunda etapa.
Y si aún no tenemos la segunda etapa, entonces, comitecas y comitecos, la tierra de Belisario Domínguez y Rosario Castellanos sigue contaminando tanto como lo hacen los otros municipios, donde no se han tenido autoridades con visión de futuro ni, menos, con interés por proteger al medio ambiente donde vivirán sus nietos y bisnietos, o por lo menos sus hijos.
Por cierto, Eduardo Ramírez Aguilar dijo a este columnero que va a trabajar en la construcción del relleno sanitario y a darle seguimiento, para evitar que se convierta en motivo para el deterioro ambiental y el resquebrajamiento del ya débil equilibrio ecológico.
Según supe, a los camiones de recolección de basura les denominará "camiones ecológicos", no porque su partido político sea el PVEM (este instituto político no tiene nada de ecologista, por cierto), sino porque trae la inquietud ambientalista y la preocupación por el daño que hace la basura al suelo, al cielo y a las aguas de nuestros ríos y lagos.
Las Lagunas de Oxidación.
El otro problema ambiental en Comitán se llama aguas negras.
Las aguas negras que sacan las heces fecales de las bellas comitecas y los no tan bellos comitecos van a las lagunas de oxidación, que están allá, al sur de la ciudad.
Este neo-ambientalista o ambientalista de ocasión investigó que una laguna de oxidación es una excavación de poca profundidad a donde llegan las aguas negras de una comunidad, y, por tanto, a donde enviamos todos los contaminantes que acompañan los excrementos humanos, causantes de enfermedades cancerígenas, además, claro, de las enfermedades del cólera, parasitismo, la hepatitis y otras enfermedades gastrointestinales.
Las lagunas de oxidación son un método fácil y eficiente para tratar aguas residuales provenientes del alcantarillado sanitario.
"El sistema está compuesto inicialmente por un grupo de trampas que atrapan y separan los elementos sólidos no inherentes al diseño del sistema, en etapas siguientes el agua y sus residuos pasan a un sistema de lagunas (una o más) donde permanecen en contacto con el entorno, principalmente el aire, experimentando un proceso de oxidación y sedimentación, transformándose así la materia orgánica en otros tipos de nutrientes que pasan a formar parte de una comunidad diversa de plantas y ecosistema bacteriano acuático. Luego de este proceso, el agua superficial de las lagunas queda libre entre un 70 y un 85% de demanda química o biológica de oxígeno, los cuales son estándares apropiados para la liberación de estas aguas superficiales hacia la naturaleza de forma que esta última pueda absorber los residuos sin peligro para el medio ambiente y sus especies", dice la literatura.
El problema es que en Comitán las Lagunas de Oxidación son rebasadas en cada temporada de lluvias, pues se llenan inmediatamente y al rebalsarse las aguas negras llegan a parar a los sembradíos de tomate, chiles, perejil, cebolla, cilantro y un montón de verduritas que comemos en los "cocidos" y en las "taquizas" que nos autorecetamos por las noches.
Ah, y claro, esas aguas negras también llegan a parar al paradisíaco Parque Nacional de los Lagos de Montebello, motivo por el cual esos lagos están cambiando de color, y al azul, verde y turqueza de las lagunas, se suma el color café de nuestras heces, el color gris de la pudredumbre y el color negro del futuro que nos espera porque nuestras autoridades ni nosotros hacemos nada por cuidar el entorno.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario