Manuel Velasco Coello está siendo disputado por tirios y troyanos. Así, por opuestos proyectos políticos. Lo pelean los joseanistas, y lo arrebatan los sabinistas. “Es nuestro”, dicen los primeros. “No es cierto, es de nosotros”, los de la casa de enfrente. El Güero Velasco no tiene dueño, pero todos se dicen dueños de él. Apenas ayer el PRI boletinó su reconocimiento a la adhesión del senador Manuel Velasco Coello. “El actual senador de la República por el Partido Verde Ecologista de México (PVEM), Manuel Velasco Coello, realizó con el candidato a la Gubernatura, José Antonio Aguilar Bodegas, diversos recorridos por el estado que constataron su trabajo partidista a favor de la "Alianza por Chiapas", señaló el delegado nacional del PRI, Víctor Hugo Islas Hernández”. De ese tamaño. "Manuel Velasco ha sido solidario con nosotros no sólo en campaña, sino desde antes demostró su compromiso con este proyecto que conformamos ambos partidos... contribuyó para que José Antonio fuera el abanderado de la Alianza por Chiapas, eso habla de su sensibilidad y esmero", dijo. ¿A qué se debe esto? Una columna publicada en cierto diario de circulación estatal, en donde se hablaba de traiciones y mujeres, no, de traiciones y verdes. Le pegan duro al pequeño Manolín. De traidor no lo bajan. “Chaquetero”, le dicen. “Sin convicciones”, le espetan. “Incongruente” le gritan. Sólo faltó que le repitieran una letanía que pronuncia todos los días el Víctor Mejía cuando se enoja contra alguien, diciéndole: “puñal”, “porra del América”, “come cuando hay”, “tira de uñitas”, “soplanucas”, bla bla bla. Lo cierto es que la disputa de Manuel Velasco no es cosa nueva. Inició hace un buen, en plena campaña. El PRI de Josean lo consideraba suyo, propio, particular, y consideraba que su sola presencia ayudaría a sumarle votos al PRI, como lo hizo en la campaña rumbo al senado, en donde consiguió reunir más de medio millón de votos. Sin embargo, también lo reclamaba como suyo la coalición “Por el Bien de Todos” de Juan Sabines. Y es que el Güero es tan hábil que a los dos les dijo que los amaba y veneraba. “Tuyo para siempre”, les decía. Con uno viajaba, con otro sólo hablaba por teléfono. Cuando viajaba, dicen, buscaba no aparecer en las fotografías josenistas, aunque en los eventos cruciales no le quedaba de otra. Por ejemplo acompañó y se tomó la foto cuando las declinaciones de los ambiciosos y oportunistas de Paco Rojas y Emilio Zebadúa. También se le recuerda en la casa de campaña de “Cuéntalo” el día de la elecciones, el 20 de agosto, eso sí, con declaraciones muy tranquilas, que no hicieran las susceptibilidades ni de tirios ni de troyanos. Colmillo verde, pero retorcido. Y es que si bien era cierto que iba en Alianza con el PRI de manera formal, y por tanto sus declaraciones debían ir apoyando a ese proyecto, y las fotos debían ser con ese candidato y no con otro para evitar sanciones ante las autoridades electorales. Si bien es cierto todo eso, también era cierto que su corazón latía del lado de su compadre del alma, Juan Sabines Guerrero. Yo recuerdo que en Comitán, en conocido hotel, casi al concluir la jornada, ya en plena madrugada, la diputada Flor Coello Trejo le pasó una llamada que entró al celular de ella (hasta eso cuidaba el Güero para evitar broncas). Manuel Velasco le dio una buena noticia a Sabines: ese mismo día, apenas horas más tarde, recibiría la adhesión del Partido Verde Ecologista de México, más bien del PVEM de La Trinitaria. Manuel Velasco le dio luz verde a esa adhesión pública, descarada, y él mismo se lo informó. Y no me lo contaron: lo vi todo con mis propios ojos. Es más, tengo la foto, ahí se ve al entonces candidato con el celular de Flor Coello. No son inventos, pues. Y al día siguiente yo publiqué, caliente bien calientita, parte de esa conversación que reconstruí. Por eso, entre otras cosas, esta columna se llama En Caliente. Así que Manuel Velasco Coello no sólo es el senador más joven en la historia de México, sino el más disputado y peleado. ¿Y saben amigas y amigos calenturientos lo que estoy pensando? Pos no, porque no se los he dicho: El Güero Velasco va a estar con el que gane. Con el que diga el TRIFE. Con el que se siente en la silla del poder. Con quien se convierta en gobernador electo ya sin vuelta de hoja y sin impugnaciones dentro de 3 días. A eso se le llama pragmatismo, no chingaderas. A eso se le llama oportunismo, no fregaderas. Aunque hay quienes dicen que a eso se le llama simplemente ser huérano, o sea, no tener madre. Usted póngale el nombre que se le antoje, total.
UNA PREGUNTA NOMÁS ME ASALTA A LA CABEZA, ANTES DE CERRAR ESTA COSA.
“En el caso de que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación decidiera anular las elecciones de Chiapas, y se diera una Segunda Vuelta Electoral, ¿con quién jalaría Manolín? ¿Será que con los dos? ¿Estaría obligado a ir en alianza de nuevo o la ley lo dejaría ser libre? Me temo que si lo obligaran a suscribir de nuevo la alianza con el PRi iría con los dos nuevamente, con Josean y con Juansa. Así es el Güero Velasco. ¿Chingón, o no?
UNA PREGUNTA NOMÁS ME ASALTA A LA CABEZA, ANTES DE CERRAR ESTA COSA.
“En el caso de que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación decidiera anular las elecciones de Chiapas, y se diera una Segunda Vuelta Electoral, ¿con quién jalaría Manolín? ¿Será que con los dos? ¿Estaría obligado a ir en alianza de nuevo o la ley lo dejaría ser libre? Me temo que si lo obligaran a suscribir de nuevo la alianza con el PRi iría con los dos nuevamente, con Josean y con Juansa. Así es el Güero Velasco. ¿Chingón, o no?
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