Ya están cayendo los primeros frutos de la lucha iniciada contra la tuberculosis, sobretodo la tb pulmonar.Como era de esperarse, los primeros recursos están llegando de los presidentes municipales, de Comitán y Las Margaritas.
Precisemos de nuevo: se trata de hacer llegar complementos nutricionales a las familias de los tuberculosos, para que la enfermedad no se expanda a ellos, debido a que la agarran aquellos que padecen hambre, aquellos que enfrentan tercer grado de desnutrición. Porque la medicina que están recibiendo de parte de la Jurisdicción Sanitaria sólo protege y cura a quien padece la enfermedad, cuando mucho pueden suministrar la misma medicina a los familiares de los tuberculosos menores de cinco años, pero nutrirlos no es su obligación.
La nutrición corresponde a otras instancias. Cierto, también hacen monitoreo nutricional, pero es la misma cosa: no es su competencia dotar o proveer de alimentos a quienes enfrenten pobreza extrema o carezcan de empleos o por equis razón no pueden reunir los víveres que las familias necesitan.
De hecho, ya estamos contactando a las personas que, pensamos, podrán apoyarnos con una despensa semanal para seis personas, durante seis meses. Ya estamos tocando puertas. Que no tengan desconfianza. No somos delincuentes. Tenemos buena intención (hablo en plural porque somos un comité, que integran funcionarios del Instituto de Salud, entre ellos el Dr. Josué Roblero Meza, Director del Centro de Salud), aunque a ratos pudiéramos parecer malos por querer quitarle su dinero a los ricos, aunque sea para dárselo a los más pobres.
Precisemos de nuevo: se trata de hacer llegar complementos nutricionales a las familias de los tuberculosos, para que la enfermedad no se expanda a ellos, debido a que la agarran aquellos que padecen hambre, aquellos que enfrentan tercer grado de desnutrición. Porque la medicina que están recibiendo de parte de la Jurisdicción Sanitaria sólo protege y cura a quien padece la enfermedad, cuando mucho pueden suministrar la misma medicina a los familiares de los tuberculosos menores de cinco años, pero nutrirlos no es su obligación.
La nutrición corresponde a otras instancias. Cierto, también hacen monitoreo nutricional, pero es la misma cosa: no es su competencia dotar o proveer de alimentos a quienes enfrenten pobreza extrema o carezcan de empleos o por equis razón no pueden reunir los víveres que las familias necesitan.
De hecho, ya estamos contactando a las personas que, pensamos, podrán apoyarnos con una despensa semanal para seis personas, durante seis meses. Ya estamos tocando puertas. Que no tengan desconfianza. No somos delincuentes. Tenemos buena intención (hablo en plural porque somos un comité, que integran funcionarios del Instituto de Salud, entre ellos el Dr. Josué Roblero Meza, Director del Centro de Salud), aunque a ratos pudiéramos parecer malos por querer quitarle su dinero a los ricos, aunque sea para dárselo a los más pobres.
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